6 dic 2014

GALERIA DE BUITRES CXCV

Félix Huarte, el empresario franquista al que el PP condecora en Navarra
El Partido Popular y Unión del Pueblo Navarro entregaron esta semana sendas medallas de oro de Navarra a Félix Huarte Goñi y a Miguel Urmeneta, dos destacados miembros de la oligarquía empresarial y política franquista que estuvieron implicados de manera muy activa en la Guerra Civil y en la posterior represión franquista. PSN, Bildu, Aralar, Izquierda Ezkerra y Geroa Bai pidieron que se otorgara la medalla a las víctimas del franquismo pero los partidos de la derecha navarra hicieron caso omiso y concedieron la más alta distinción a dos partícipes activos de la represión en tiempos de la dictadura.
Félix Huarte Goñi es uno de los empresarios que más se benefició con el sufrimiento, la represión política y el genocidio franquista. Su participación en la construcción del Valle de los caídos fue el paradigma de su relación con el régimen de Francisco Franco. La empresa de Huarte, actualmente incluida en OHL, comenzó a trabajar en las obras en el año 1952, cuando todavía existían destacamentos penales en Cuelgamuros que participaban del programa de redención de penas por el trabajo promovido por el clérigo Pérez del Pulgar.
Huarte fue protagonista de un pleno en el Congreso de los Diputados sobre la exhumación de los presos enterrados en la basílica del Valle de los Caídos. Joan Tardá (ERC) exigió en 2011, enarbolando una fotografía del cartel de Huarte en el Valle de los Caídos, que las empresas que se capitalizaron a partir del trabajo esclavo de los republicanos fueran las que corrieran con los costes de la exhumación. La empresa Huarte forma parte de OHL, empresa de Juan Miguel Villar Mir, otro activo miembro de la administración y la oligarquía económica franquista que se favorecieron económicamente con la represión de Franco, tal y como se documenta en el reportaje Franquismo S.A publicado en el número 21 de La Marea.
El secuestro de Huarte
A finales del año 1972 finalizaba el convenio colectivo de Torfinasa, una de las múltiples empresas que la familia Huarte tenía en Navarra. Los trabajadores iniciaron un paro el 17 de noviembre en respuesta a la negativa del empresario a mejorar sus condiciones laborales. La respuesta de Félix Huarte fue conceder mejoras al resto de trabajadores de todas sus empresas para evitar paros de solidaridad, como ocurrió en Asturias en la Huelgona, y mandar cartas de despido a los 140 trabajadores de Torfinasa.
Los paros continuaron y la represión policial sobre los trabajadores fue muy intensa, según Luigi Bruni, en su libro sobre la Historia de la ETA. En una asamblea de los trabajadores en las que se debatía su estrategia a seguir sobre la huelga, irrumpió la Guardia Civil y se produjo una carga salvaje sobre los obreros. El jefe de personal de Huarte sobre un jeep de la benemérita señalaba a los guardias a quiénes había que detener.
Ser despedido en Huarte significaba no poder volver a trabajar en la industria en Navarra, ya que Félix Huarte monopolizaba el sector en la región y existían listas negras de trabajadores que la Policía distribuía a petición del empresario, según narra Bruni. En ese contexto, ETA lleva a cabo una acción extraña en su proceder, ya que no solían interferir en los conflictos obreros. El 16 de enero de 1973 entran en Villa Adrianda, el hogar del empresario, y secuestran a Félix Huarte para exigir que se aceptaran las reivindicaciones de los obreros de Torfinasa. Tras aceptar las reivindicaciones y entregar un rescate de 50 millones de pesetas, Félix Huarte Goñi fue puesto en libertad.
Huarte como constructora de armas en la Guerra Civil
La empresa de Félix Huarte fue una de las empresas que participó activamente en la construcción de armas en la Guerra Civil a favor del bando nacional. En el archivo histórico pueden consultarse varios documentos que prueban la colaboración de la empresa del empresario navarro con el bando franquista en la fabricación de armas. En el expediente MC-853 consta la solicitud a la Comandancia General de Artillería con fecha de 25 de noviembre de 1938 para la importación de 50 kilos de estaños para la fabricación de granadas de mortero de 81mm, una solicitud que fue aprobada el 7 de diciembre por el coronel jefe de la jefatura de fabricación del norte en Valladolid. Otra solicitud de este tipo por Huarte fue realizada el 2 de noviembre de 1938, en este caso para la importación de muelas vitrificadas para la fabricación de las mismas granadas de 81mm.

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