3 feb 2019

Iberia: batalla en los despachos

Para mí, es evidente que Iberia, Vueling y Aer Lingus tienen hoy mayoría accionarial británica, al estar integradas en un grupo cuyos accionistas son en su mayoría, de esa nacionalidad. Por ello, si se aplicara la legislación europea –ciertamente nada moderna, ciertamente nada ejemplar, nada competitiva– estas dos aerolíneas deberían dejar de hacer vuelos interiores en la Europa comunitaria, que son la casi totalidad de sus vuelos de corto y medio recorrido.
Sin embargo, Europa es un continente en el que las leyes son flexibles, según convenga. No tengan ninguna duda de que, por la lógica presión sindical, esto no va a suceder. A mí me alegra que no suceda, porque es absurdo que por un lado la Unión Europea promueva la apertura de fronteras y, por otro, se aproveche un cambio en las relaciones jurídicas con el Reino Unido para cambiar la situación del mercado: vamos, que lo que no ganamos con la competencia en los puntos de venta, a ver si lo ganamos en los despachos, haciendo marrullerías.
Otro tanto se puede decir del segundo o tercer grupo aeronáutico europeo, British Airways. Ahora resultará que Lufthansa y Air France van a estar empujando, siempre discretamente detrás de un ministro, para obtener la cuota de mercado que no les corresponde porque el grupo IAG da un servicio que el cliente valora.
¿Cómo se pueden aducir estos argumentos sobre la nacionalidad de los inversores, cuando el dinero hoy está tan mezclado que nadie puede determinar exactamente quién es realmente el propietario de un fondo de inversiones, o de una multinacional?
Estas negociaciones parecen evidentemente llenas de intereses comerciales. No hay ni una palabra, ni un movimiento, ni una decisión en todo el proceso de Brexit que no estén impregnados de intereses económicos inconfesables. Las dos partes quieren aprovechar la oportunidad que surge para poner una ‘pica en Flandes’ como decimos en España o, lo que es lo mismo, conquistar cuotas de mercado que no les habrían correspondido en una lucha normal en el mercado.
Por eso, probablemente, el ambiente esté tan enrarecido; por eso se escuchan barbaridades increíbles, insólitas, disparatadas. Porque mientras no llegue el momento decisivo, todo el mundo juega de farol para ver si la otra parte cede. Aparentemente, aun queda bastante tiempo con este circo.
Mi opinión es que no debería ocurrir que haya víctimas por culpa de una negociación de despachos. Es como en el fútbol: lo que se tenga que aclarar, que sea en el campo, no alrededor de una mesa.
Fernando Urrea
https://www.preferente.com/opinion/fernando-urrea/iberia-batalla-en-los-despachos-284920.html

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