7 feb 2020

Los raíles de la mediocridad precaria

La plantilla de Ferrovial, Servicios a Bordo, caminan hacia la extinción.
La ley del Sector Ferroviario supuso la inflexión del ferrocarril en España y el inicio de la mediocridad en la prestación de los servicios ferroviarios por mor a los intereses económicos de los que se esconden tras la máscara que llamamos el capital. Políticas económicas que arrojan insolidaridad e injusticias, y que consiguen ahogarnos en esa incertidumbre de miedos presentes y futuros. Demasiados años para una clase social, la obrera, viviendo y respirando ese olor a suela de zapato, brillante en el empeine y lleno de mierda por la otra.
Ferrovial
En febrero del año liberalizador (eufemismo de asalto a lo público a través del BOE), casi dos mil trabajadoras tendremos conocimiento del reparto de la tarta entre las empresas de la licitación de los servicios a bordo en los trenes de RENFE. Ferrovial o Newrest serán las agraciadas para engrosar sus cuentas de resultado con dinero público, extraído en buena parte esquilmando los derechos de la plantilla actual.
Sea cuál sea la empresa, la situación laboral de miles de trabajadores y sus condiciones laborales no se verán mejoradas en ninguno de sus aspectos; la maximización de beneficios choca y chocará frontalmente con los intereses de los trabajadores, ya casi olvidados por más de una década perdiendo poder adquisitivo y derechos. A lo que habrá que sumarle la complicidad, entrega y sumisión de los dos sindicatos mayoritarios de este país, que continuarán con su manejo de la Paz Social; reforzada ahora, con la presencia de los “suyos” en el actual gobierno.
De forma paralela, estamos a las puertas de la inauguración del tren AVE Low Cost: AVLO. El 6 de abril, la sociedad española será testigo y partícipe de un servicio de alta velocidad que no contará con las prestaciones complementarias de los servicios a bordo habituales, que la cafetería se verá sustituida por cinco máquinas de venta automática, que los descuentos habituales serán sustituidos por la promesa de billetes baratos; en el que las cinco personas, como mínimo, que prestan servicio en trenes similares pasarán a ser dos, llegando incluso a desaparecer. Un servicio en el que, tanto Renfe como el Ministerio de Fomento, han colocado la venda antes que aparezca la herida, pues nadie sabe cómo los posibles sabuesos externos (SNCF y otros), iniciarán su andadura a partir de diciembre del presente. Aunque como siempre, los trabajadores han sido los primeros en pagar el pato.
No es solo la precarización de los empleados de Renfe, también la muerte anunciada de colectivos como el nuestro, que será eliminado de raíz en este tipo de trenes. Y con ellos, diremos adiós a la atención personalizada, a la revisión de los elementos de seguridad encaminados a la prevención de accidentes, a la inmediatez de actuación en caso de accidentes y muy especialmente cuando el tren circule por túneles singulares (muy largos), etc. Esperemos y confiemos, en que lo barato no nos salga caro.
A todo lo enumerado con anterioridad, hemos de sumarle la finalización del actual convenio colectivo a finales de año que supondrá de facto, sufrir las pretensiones empresariales encaminadas a la rebaja de las condiciones laborales y la “adecuación” de los salarios más elevados de algunas trabajadoras respecto a sus homónimas, o lo que es lo mismo, el intento de rebaja de éstos que irán destinados al engrosamiento de las ganancias empresariales y vendidos como un mal menor necesario para ejercer la competencia en igualdad de condiciones respecto a otras empresas del sector; una falsedad más que el Sistema no duda en exponer, a sabiendas de que es una falacia.
La conflictividad está servida y tal vez, la mesa puesta para que de nuevo,  ugt y ccoo sigan siendo los sostenedores principales de la precariedad laboral y en la que tan bien se han sabido desenvolver durante décadas.
El año 2021 y por mandato europeo, nos traerá la liberalización de transporte ferroviario de viajeros; otro eufemismo propio de Goebbels que está además, aceptado por las mayorías sindicales, y trabajadoras en situación paupérrima.
El Capital, ese descarado, oculto y encumbrado por los “mass media”, desconoce la realidad humana, los principios del olvidado Contrato Social y que nos llevará, en el peor de los casos, a eliminar más de 1.800 puestos de trabajo de un plumazo. Siempre y como indicamos al inicio, con la necesaria colaboración de estos sindicatos que no dudan en firmar ERE´s, despidos masivos y rebaja de las condiciones laborales para seguir manteniendo su status de más representativos que solamente los confiere el BOE y los PGE.
Como respuesta a todo este desolador panorama, algunas trabajadoras mantendremos la defensa de nuestros puestos de trabajo y las actuales condiciones, intentándolo a través de la negociación, la presión, las movilizaciones y toda una serie de actuaciones encaminadas al equilibrio y el aumento de la justicia. Paralelamente, confiamos en el despertar de esa mayoría de trabajadoras adormecidas, sometidas y alienadas con un sistema altamente perjudicial para sus intereses.
Ni un paso atrás, ante el empuje constante de quienes Humanidad la escriben con minúscula.
Salud.

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