La empresa semipública Aena ha adjudicado contratos por un importe de 6,8 millones de euros a Airia Ingeniería y Servicios, una pequeña consultora especializada en servicios de ingeniería para el sector aeroportuario, desde que a principios de 2017 esta firma pasó a estar presidida y controlada por Juan Ignacio Lema, último presidente del operador aeroportuario en la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero.
Constituida a finales de 2006, el de Airia, que ya tuvo hasta 2012 como accionista relevante a otro expresidente de Aena en tiempos de José María Aznar, Francisco Cal, no es el único caso de firmas de consultoría con una alta especialización vinculadas a antiguos altos cargos del Ministerio de Fomento (del que depende Aena) que contratan con entes vinculados a ese departamento gracias al know-how de sus profesionales. Pero su evolución en los últimos años es singular, con un fuerte incremento de su facturación desde la incorporación de Lema.
eldiario.es ha solicitado a Aena una relación de las adjudicaciones a esta empresa, con fechas, importes y conceptos. El operador solo ha facilitado cifras globales de un periodo concreto que coincide con la llegada de Lema a su capital y una relación de los contratos en ejecución.
Según Aena, en el periodo 2017-2019, se han firmado "un total de 42 contratos (obras y servicios), tanto individuales como en UTE" [unión temporal de empresas], por un importe de 6.824.000 euros. En 2017 Airia se adjudicó 19 contratos por algo más 2 millones; en 2018, 15 contratos por 3,83 millones, y este año, ocho por cerca de 940.000 euros.
En la mayoría de los casos que ha podido comprobar eldiario.es, se trata de servicios de asistencia técnica o de asesoramiento para planes estratégicos o planificación económica. También hay algún contrato de apoyo para encuestas de satisfacción a través de la figura del contrato menor.
Procesos "públicos y transparentes"
Aena recalca que sus procesos de contratación "son públicos y transparentes, tramitándose los expedientes bien por el procedimiento abierto con varios criterios o bien por el procedimiento negociado con previa convocatoria de licitación".
"Para la adjudicación de un expediente, por cualquiera de los anteriores procedimientos, se exigen unos criterios administrativos mínimos, una solvencia económica–financiera mínima, una solvencia técnica mínima y una calidad técnica mínima, siendo excluyente cada una de las etapas en el orden mencionado". "Finalmente, una vez superada la calidad técnica mínima exigida para cada expediente concreto, la adjudicación siempre se realiza a la oferta más económica de las que hayan superado la calidad técnica mínima exigida".
Lema es desde 2017 el máximo accionista de Airia con el 49,84% de las acciones. Otro 1,16% está en manos de uno de sus hijos. El otro socio (49%) es el director general y fundador, Javier Hortelano, que define Airia como "una empresa de ingenieros aeronáuticos". "Es imposible que no trabajemos con Aena", dice Hortelano en conversación telefónica, si se tiene en cuenta que es la propietaria de la inmensa mayoría de los aeropuertos que hay en España.
"Lógicamente sabe de aeropuertos quien ha trabajado en ellos", señala Hortelano. Este ingeniero montó la firma procedente de la ingeniería pública Ineco junto a otra empresa del sector ya extinta, Inocsa, que entonces intentaba poner en marcha el a la postre fallido aeropuerto de Murcia.
En conversación telefónica, Juan Ignacio Lema niega rotundamente ningún tipo de "favoritismo" en las adjudicaciones a su empresa, que, dice, se han realizado en "la mayoría" de los casos a través de "subasta", con el precio más bajo como factor determinante. "Estoy libre de incompatibilidades desde 2014" y "haber sido presidente de Aena no ha sido una ventaja, pero tampoco un inconveniente", dice el ejecutivo gallego.
Lema, ingeniero aeronáutico y licenciado en Económicas de 70 años, lleva toda la vida vinculado al sector. Desarrolló buena parte de su carrera en Aena, donde entre otras responsabilidades fue director del Aeropuerto de Barajas (1992-1996), director general (1998-2000) y adjunto a la presidencia (2000-2001). Luego pasó al sector privado como directivo de la constructora gallega San José y volvió a Aena para ser nombrado presidente en abril de 2009 por el entonces ministro José Blanco. Durante su mandato, intentó sacar a Bolsa la compañía, operación que quedaría descartada a finales de 2011, en plena tormenta económica, y que el PP culminaría ya en 2015.
Lema considera que las cifras de sus contratos con Aena son "poco relevantes", aunque reconoce que la empresa semipública es, con diferencia, su principal cliente. La firma facturó en 2018 algo más de 2 millones de euros, según sus últimas cuentas
Lema ha sido socio de Airia en dos periodos: antes de ser presidente de Aena (cuando fue nombrado, explica, vendió sus acciones al actual director general de Airia y dejó su puesto en el consejo de administración) y en la actual etapa que se inició a principios de 2017.
Lema ha sido socio de Airia en dos periodos: antes de ser presidente de Aena (cuando fue nombrado, explica, vendió sus acciones al actual director general de Airia y dejó su puesto en el consejo de administración) y en la actual etapa que se inició a principios de 2017.
Antes que él, también fue accionista relevante (26% de las acciones) otro ingeniero gallego y expresidente de Aena, Francisco Cal, con el que Lema coincidió durante su etapa como directivo de San José.
Cal, hoy octogenario, y que fue máximo responsable de Aena desde noviembre de 1998 hasta agosto de 2000, asegura que vendió sus acciones en Airia al abogado Víctor Ortiz (fallecido el año pasado) en 2012, cuando Aena le nombró consejero. Ocupó hasta noviembre de 2014 ese cargo, al que se incorporó tras la destitución como presidente de Lema, tras llegar Mariano Rajoy al Gobierno.
Durante esos años en el consejo de Aena, Cal presidía Tecniberia, la patronal del sector. En septiembre de 2014 le relevó el propio Juan Lema, que presidió hasta el año pasado esa asociación, que ha denunciado en repetidas ocasiones la "competencia desleal" de los encargos del Estado a la ingeniería pública Ineco.
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