Frase atribuida a Julio César, reconocido por sus conquistas para gloria de
la antigua Roma, pero también, un reconocido tirano. Lo cierto es que es una
buena fórmula, tan antigua como eficiente, últimamente utilizada en las
relaciones laborales. Rompiendo una estructura cohesionada, se debilita
fraccionándola y así, fácilmente, alcanzar el objetivo deseado.
Esta táctica es desempeñada por empresas de poca o ninguna ética empresarial.
Comprando a una parte de la plantilla, ésta queda dividida y susceptible de
manejar. Y al final esa parte es quien ejerce de policía sobre sus propios
compañeros y compañeras.
“Iniciativas socialmente responsables y basadas en una gestión de ética
empresarial”. Así reza la web de una importante compañía de tele-marketing. Pero
siendo más precisos y refiriéndonos a su plantilla, les faltaría añadir: años de
congelación salarial, retrasos en los pagos de las nóminas, despidos con bajas
médicas, acoso, coacciones, amenazas y sanciones, digamos que la explotación es
la práctica general y la persecución sindical su particularidad.
Estas relaciones laborales para tiempos neoliberales, ocasionan demasiados
conflictos en muchas empresas por el abuso desencadenado como práctica
generalizada; por la explotación como consecuencia derivada de la crisis; por el
falso argumento de ser garantía de supervivencia para la empresa (muchos casos);
porque la reforma laboral permite este trato denigrante y, como broche a estas
tácticas, el despido. La amenaza que planea como la espada de Damocles: “te
puedes ir a la calle” “piensa en tus hijos”. Esto es lo que le decía una
coordinadora de tele-marketing a una operadora. Es la presión diaria que ejercen
muchas de estas empresas que trabajan para las grandes compañías, apéndices
creados para implantar una brecha entre la clase trabajadora, puesto que sus
condiciones laborales son inferiores.
Enraizadas en diferentes sectores, algunas tienen la desfachatez de incluir
en su publicidad palabras como felicidad, cultura, solidaridad, ética…
definiciones positivas como si fueran su contribución a la mejora de esta
sociedad. Muchas poseen hasta una fundación, que al final solo es una forma de
obtención de subvenciones estatales y de reducción de impuestos, al tiempo que
les ayuda a lavar su imagen con valores socialmente bien reconocidos. También
como utilización de puro marketing para atraer la confianza del consumidor. Se
observa en estas webs la propaganda que hacen sobre el servicio que ofrecen
colaborando con diferentes causas sociales. Sin embargo apenas supone ayuda
constatable. Es más, grandes empresas que reciben subvenciones estatales por su
primordial función social y hasta una de ellas, galardonada con un prestigioso
premio, han entrado en el ranking de las mejores compañías explotadoras y donde
su contabilidad es uno de los secretos mejores guardados.
La ética existe, aunque para muchas compañías del tamaño de un cacahuete y
para que éstas cumplieran, sería preciso que empezaran a cumplir los
correspondientes gobiernos.
Hacemos un llamamiento a la lucha, a la denuncia en cualquiera de sus
ámbitos, a la no resignación, porque solo así, con dignidad y lucha se hicieron
posibles nuestras conquistas y solo así las recuperaremos.
Puri Eisman
Secretaria Comunicación CGT-PV
http://www.cgtpv.org/Puri-Eisman-Divide-et-impera.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario