Un hombre golpea con furia la máquina tragaperras que ha engullido sus últimas monedas. Le miran estoicas las trabajadoras del salón de juego, muy jóvenes y muy maquilladas. Un grupo de chavales juega a la ruleta controlando intermitentemente sus teléfonos móviles, repartiendo su atención entre lo que se están jugando presencialmente y las apuestas en las que se embarcan en una plataforma online. Otro muchacho obsequia con una caricia a su máquina, que con voz femenina le anuncia una efímera victoria. Un puñado de adolescentes echa una tarde más entre cervezas gratis y apuestas deportivas. En el ambiente cerrado se huele el humo de los cigarros que fuman algunos usuarios del lugar, jugadores habituales que gastan más de lo que ingresan, esperando que llegue su suerte.

Gonzalo López, asesor de la Junta de Tetúan que trabaja el tema de las casas de apuestas, cita las cifras de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM): 73 establecimientos en Carabanchel, 72 en el centro, 63 en el Puente de Vallecas, en Tetuán 61 y en Ciudad Lineal 50. Este sería el top cinco de los distritos con mayor número de salones de juego. “Solo en la calle de Bravo Murillo, en este distrito, desde la parada de Cuatro Caminos hasta Valdeacederas tenemos abiertas 16 casas de juego”. Fue Bravo Murillo la calle elegida por vecinas y vecinos para manifestarse el pasado lunes 29 de octubre. “¡Tetuán no es un casino!”, denunciaban. Era el Día Internacional Sin Juegos de Azar y por el territorio se multiplicaban las protestas y acciones.

“En Villaverde, en una calle enana hay dos casas de apuestas, están muy cerca de entornos escolares”, señala Silvia González, de la Junta directiva de la FRAVM, y quien también integra el grupo de jóvenes y la asociación de vecinas de Villaverde. En su distrito también aprovecharon el lunes 29 para visibilizar el problema: “Sacamos un cartel que dice ‘Apuesta por tu barrio’, un cartel fake porque copia el formato de los de las casas de apuestas. Lo hemos colocado en lugares estratégicos del distrito, y en redes sociales se movió muchísimo”. Explica González que, si bien en un primer momento se plantean ese “Apuesta por tu barrio” como una denuncia, quieren adentrarse en una nueva fase más propositiva, en la que “apostar por el barrio” implique pensar nuevas formas de ocio, que alejen a los jóvenes de estos establecimientos.
“Lo que se está haciendo es normalizar las apuestas y generando en ocasiones situaciones muy susceptibles de acabar en problemas de adicción: chavales que se enganchan y que son de zonas muy vulnerables de los barrios que no sabemos de dónde están sacando los recursos para poder apostar”, denuncia González. Ocurre que, como señala López, la Comunidad de Madrid no tiene ninguna regulación en torno al juego, no ha puesto ningunos límites en cuanto a la apertura de los establecimientos. Se pueden abrir en cualquier lado y no debería ser así, el juego no es inocuo, produce adicción”.
Al frente de la Asociación Extremeña de Jugadores de Azar en Rehabilitación (AEXJER) está Antonio Regalado. Tras superar su propia adicción al juego, preside esta organización ubicada en Almendralejo, que ha visto en los últimos cuatro años cómo cambiaba el perfil de las personas que acudían en busca de ayuda. “La edad media de cuarentaytantos ha pasado a 20, 21 o 22, nosotros tenemos un grupo muy numeroso que son jóvenes todos, quizás el más grande de España. El jugador de tragaperras, lo hay todavía en personas mayores, pero en jóvenes muy poquito, ellos hacen juego online, apuestas, otro mundo”. La asociación atiende anualmente a unas doscientas personas, la vergüenza hace que muchas se abstengan de pedir ayuda hasta que se encuentran en una situación crítica o les obliguen sus familias, “y claro, allí es más difícil salir”, valora Regalado.
En Extremadura se aprobó el pasado 26 de octubre una propuesta de Podemos para prohibir la instalación de establecimientos de juego a menos de 200 metros de centros escolares y otros espacios sensibles, limitar la concentración de salones y también los horarios de apertura. Para Regalado la medida es más que bienvenida. “En Almendralejo, en un tramo de 50 metros hay tres casas de apuestas y todas cerca de colegios donde hay chavales de 15, 16, 17 años, que al final son su fuente de ingresos. Estas personas empiezan a crearse una adicción, con las pagas que le dan los domingos ya se van a jugar”, apunta Regalado quien se pregunta, qué pasa a partir de ahora con estas casas de apuestas, si serán cerradas o trasladadas lejos de los centros escolares.
En el 2017 se actualizó el reglamento general de juego de Euskadi, explica el concejal de Equo-Berdeak en Vitoria Gasteiz, Óscar Fernández. En ese momento se ponen también una serie de límites: no puede haber más de 210 en toda Euskadi. “Nosotros, sin embargo, pensamos que se debe hacer una limitación, ya no en cada municipio sino en cada barrio, porque ya empieza a haber zonas saturadas, que generalmente son de rentas muy bajas”. Además de esta circunstancia extendida en todo el territorio Fernández identifica otra problemática: Al considerar diversas tipologías dentro de los establecimientos dedicados a juegos de azar —bingo, salón de juegos, local exclusivo de apuestas deportivas— la distancia obligatoria de 500 metros no se impone para todas las variantes pudiendo acortarse significativamente.
También el 29 de octubre, a iniciativa de los cargos electos de Equo Berdeak, en torno al espacio Elkarrekin Podemos, se presentaron mociones en varios ayuntamientos para debatir en los plenos, propuestas que pretenden afinar la regulación existente, para empezar, unificando las categorías de establecimientos para asegurar que se cumpla uniformemente con el criterio de distancia, pero también comprometiendo a los municipios en la prevención. Por lo menos hemos empezado a generar un debate y ya todo el mundo está hablando esta semana en Vitoria del tema, es importante que esta problemática que estaba algo escondida se pueda discutir”, valora Fernández.
Alejar salones de juego y casas de apuestas de los centros educativos es una necesidad que cuenta con un alto consenso. Sin embargo el hecho de que las apuestas sean online dificulta profundamente su abandono. “Todos llevamos una casa de apuestas en el bolsillo”, alerta Regalado, “yo he estado años sin entrar en bares por miedo a las tragaperras, ahora las veo y estoy tranquilo. Pero ¿cómo le escapas al móvil?”.

Para Díaz la problemática es profunda: “se está construyendo el deseo, como una especie de ausencia y en este sentido una ausencia de dinero. El que mediante el trabajo no se puede llegar a conseguir. Es de esa ausencia que se produce ese deseo por intentar ganar dinero”. El antropólogo plantea la necesidad de de volver a otro deseo basado en la presencia, en lo que está y no en lo que no está. También considera necesario reconstruir los tejidos sociales descompuestos en los barrios.
https://www.elsaltodiario.com/sector-del-juego/las-vecinas-contra-las-casas-de-apuestas
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