El conflicto de Airbus, que a día de hoy se alarga ya a más de dos semanas de huelga indefinida, comenzó con la información de que la empresa ID Logistics había perdido el contrato de servicio de limpieza y transporte de útiles en la empresa aeronáutica Airbus, en las factorías de Illescas (Toledo) y Getafe (Madrid). En su lugar, entraría la empresa ISS Facility, lo que implicaría una fácil subrogación, que no debiera de suponer más problema que un simple cambio de chaquetilla, con un logo diferente. No es la primera vez que sucede en nuestra plantilla, o en muchas otras de nuestro entorno y rara vez ha supuesto conflicto alguno, puesto que han de respetar todos los derechos que tienen los trabajadores.
En esta ocasión, algo cambió a dos días de dicha subrogación. Airbus comunica a ISS que recorta un porcentaje del paquete de trabajo que subcontrataba, quedando así mermado en 17 trabajadores de la planta de Illescas.
Como no podía ser de otra manera, los trabajadores se reúnen en Asamblea y de allí, sale la decisión de convocar una Huelga Indefinida para el día 5 de noviembre, si no se llega a una solución. Se decide que si no entramos todos, no entra nadie.
El sindicato CGT, mayoría en el Comité de Empresa, es el que le da forma legal a la decisión adoptada. Los compañeros de Getafe, aun sin afectarles directamente la reducción de puestos de trabajo, deciden apoyar y secundar la huelga igualmente.
El sindicato CGT, mayoría en el Comité de Empresa, es el que le da forma legal a la decisión adoptada. Los compañeros de Getafe, aun sin afectarles directamente la reducción de puestos de trabajo, deciden apoyar y secundar la huelga igualmente.
El día 31 de octubre, antes del Puente de los Santos, fue un día para olvidar. Nos reunieron a todos en la oficina de la empresa entrante para oficializar los rumores. Sacaron una lista con los 17 nombres que no continuarían y la situación se tensó viviendo una escena que se asemejaba mucho a lo que se vivía en las plazas de los pueblos, cuando pasaban los “amos” ofreciendo peonadas.
Tras un largo puente para pensar en frío, el lunes día 5 de noviembre comienzan entonces las acampadas en las puertas de ambas factorías. Día y noche haciendo guardias al calor de la hoguera y del compañerismo.
En cuanto a acercamientos en busca de solución, la primera semana hay poco movimiento. Las empresas quisieron generar fatiga en nosotros y un silencio que produjo una incertidumbre que en ocasiones nos hizo dudar de hacia dónde nos estábamos dirigiendo.
La segunda semana la cosa cambia. Se dan cuenta de que no vamos de farol y que estamos dispuestos a permanecer en nuestra postura hasta solucionar esta sinrazón. Las factorías empiezan a resentirse por la falta de nuestro trabajo y muchas secciones tienen que parar de fabricar por no tener útiles limpios ni movimientos de los mismos entre máquinas. Es por ello que Airbus decide cometer la ilegalidad de vulnerar el derecho a la huelga, contratando a tres empresas diferentes para intentar paliar el hueco que nosotros dejamos.
Nos confirma la inspectora de trabajo, que acude ante nuestra denuncia, que lo que Airbus está haciendo es totalmente ilegal, pero que como tiene mucho poderío económico, probablemente, el pago de la multa que le impongan no le supondrá esfuerzo económico real. Estamos seguros de que han echado cuentas y les sale rentable.
Además, nos aseguran desde dentro de la fábrica, que los trabajos que nosotros realizábamos se están haciendo sin unos mínimos de seguridad, lo que podría suponer un accidente grave del que nos arrepintiésemos todos. Y es que mover utillaje que pesa varias toneladas no es ningún juego de niños.
Se suceden reuniones cruzadas entre las cuatro partes: Airbus, IDL, ISS y Comité de Huelga. Entramos en una montaña rusa de sensaciones. Cuando tras una reunión salimos habiendo dado un paso adelante para un posible acuerdo, en la siguiente volvemos a retrocederlo por falta de acuerdo entre alguna de las tres empresas.
Entre Airbus e IDL, la empresa saliente, hay temas legales que se nos escapan. No quieren relación alguna y eso nos perjudica.
Sin ir más lejos, el jueves 15 estuvimos a un paso del acuerdo, pero esa mala relación entre empresas lo truncó, dejándonos de nuevo en la calle. El pasado viernes, viendo el escaso avance y la resistencia por parte de Airbus, nos convocamos en Asamblea todos los compañeros en el campamento de Illescas para decidir el devenir de la tercera semana. La decisión fue continuar otra semana más para seguir tensando la situación y ya veríamos después.
Este lunes pasado, los sindicatos de Airbus se reunieron con su empresa para intentar buscar solución y nos trasladaron lo que parecía un pasito atrás de la empresa y la intención de solucionar el conflicto, que se extiende ya demasiado en el tiempo.
Hemos sido visitados por muchísima gente que nos ha brindado su apoyo; compañeros de otras empresas, que vienen desde lejos o que salen de la fábrica en su tiempo de descanso. También distintos grupos políticos, tanto a nivel de ayuntamientos de la zona como del Congreso de los Diputados, mucha prensa escrita y audiovisual… A todxs ellxs les damos las gracias por su esfuerzo.
A día de hoy, estamos a la espera de concretar una nueva reunión con la empresa entrante para poner encima de la mesa toda la información trasladada entre todas las partes y poder llegar a un acuerdo, que parece algo más cercano que días atrás. Hoy jueves tenemos un arbitraje, en el que podría solucionarse todo, aunque visto lo visto, no queremos hacernos ilusiones para que una posible cuarta semana de huelga no se nos haga psicológicamente complicada.
Estamos fuertes, aun con lluvia y frío, pero convencidos de que existen soluciones si hay voluntad. IDL da trabajo en España a más de 4200 personas e ISS a más de 27000.
¿En serio les es tan difícil dar trabajo a 17? ¿O estamos siendo rehenes de una política entre empresas con dobles intenciones?
Salud.
Javier López Gómez,
Delegado de CGT y Comité de empresa ISS
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