El 27 de Octubre del año pasado la empresa USAirways en el aeropuerto del Prat despedía en Barcelona a Raül, un compañero de CGT que, “casualmente”, había denunciado a la empresa por contratación fraudulenta y había iniciado un proceso de constitución de la sección sindical de CGT, así como de elecciones sindicales, que lo llevaron a ser elegido como delegado de personal el día 6 de Julio de ese mismo año.
Era la primera vez que ocurría algo así en la base de Barcelona, una base especialmente maltratada por la compañía, cerrada a negociar con sus trabajadores cualquier tipo de mejora de unas condiciones, que son de las peores dentro del sector de compañías aéreas, que ni siquiera tiene convenio propio que se rige por el convenio de oficinas y despachos, con unas clausulas internas que cambia de manera unilateral a su antojo. Todo esto, sumado al hecho de que falta personal, son 5 agentes de pasaje (4 sin contar a Raül) mas una supervisora, en una operativa que requiere diariamente, como mínimo, 3 puestos diversos a parte de la supervisora, con lo cual para dar descanso a los trabajadores han estado trayendo personas de otras bases europeas y esto sin tener en cuenta que en Barcelona la compañía se niega a poner un jefe de escala, con lo cual la jefa de escala que viene a trabajar a Barcelona, (no sabemos en que condiciones legales, porque no consta en el registro de la empresa en Barcelona) es la jefa de París y cuando no está ella, es la supervisora la que ejerce de jefa de escala, aunque esto no esté reconocido en su contrato.
Ahora bien, después de esta exposición y obviando otros quehaceres de la empresa como hacer trabajar durante más de 15 horas en días puntuales de cancelaciones y retrasos, o hacer entrar a trabajar con menos de 8 horas de descanso, o obligar a hacer mas de 80 horas extras en temporadas pasadas, o…, imaginemos lo que suponía tener un delegado de un sindicato como CGT que se atrevía a denunciar a la sacro santa empresa por una nimiedad como un contrato fraudulento!
Solución: casi cuatro meses después se procede al despido del trabajador.
Por supuesto se denunció y no tan por supuesto, se ganó el juicio, despido nulo y reincorporación inmediata. Pero tenemos que saber que lo más importante de esta situación es que puede servir para dar confianza a muchas otras personas, compañeros y compañeras que diariamente se sienten amenazados/as por la presión de las empresas y que no basta la lucha en los tribunales, pues ya conocemos los obstáculos de la justicia estatal, hemos de ser capaces de establecer los vínculos de solidaridad que nos ayuden a romper con el miedo y la sensación de soledad a la que nos empujan.
Vínculos de solidaridad y de apoyo, sin los cuales, nuestro compañero Raül habría sido incapaz de
afrontar esta situación.
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