El entramado empresarial de los nietos de Franco
Transcurridos 40 años de la muerte del General Franco, y a pesar de haber vendido parte del legado, los siete nietos del dictador controlan un complejo entramado de sociedades y propiedades inmobiliarias: fincas, locales, garajes, aparcamientos, puestos de venta de alimentos, así como pizzerías, clínicas, productoras de televisión y empresas de telecomunicaciones. Sus descendientes viven hoy rodeados de dinero..
Cuarenta años después de muerto el General Francisco Franco Bahamonde, sus descendientes mantienen el santuario. Siguen inmersos en sectores estratégicos de la vida pública española. Eso sí, sin el poder ilimitado y sin el brillo social que adquirieron a la sombra del llamado “Generalísimo”, pero sí con la rentabilidad económica adecuada. Hoy, la estirpe familiar está liderada por sus siete nietos, hijos de la duquesa de Franco, Carmen Franco Polo, conocida familiarmente por .Carmen, Mariola, Francisco, Maria del Mar, José Cristóbal, María Aranzazu y Jaime, son propietarios de diversos y millonarios negocios, según cuál sea el protagonista estelar de esta familia numerosa.
Cuando Franco murió dejó todo atado y bien atado para que su patrimonio fuera a parar a sus descendientes directos y la herencia quedara asegurada. Un testamento que otorgó el 20 de febrero de 1968 en el Palacio de El Pardo. Hoy, transcurridos 40 años, y a pesar de haber vendido parte de este legado, los Franco todavía controlan un complejo entramado de sociedades y propiedades inmobiliarias: fincas, locales, garajes, aparcamientos, puestos de venta de alimentos en Mercamadrid, así como pizzerías, clínicas, productoras de televisión y empresas de telecomunicaciones…. Muchas de sus sociedades tienen la sede en el emblemático domicilio familiar de la calle Hermanos Bécquer, número 8, de Madrid, que todavía conservan.
Francis Franco, la cabeza visible de los negocios
La cabeza visible de estos negocios es Francisco Francis Franco, al que acompaña su hermano pequeño Jaime, el jurista del clan. Su hermana Carmen, por el contrario, hace caja a través de sus exclusivas con la venta de su vida privada (recientemente con su amigo Bertín Osborne en TVE). Mariola y Merry viven de las rentas. Cristóbal de sus negocios en la Finca familiar de Valdefuentes. Y Arancha, la menor de las nietas, ha situado a su marido Claudio Quiroga al frente del departamento legal de la familia. Después de varios años de ostracismo parece que de nuevo la saga despega bajo la atenta supervisión de la matriarca, la duquesa. O más bien la jefa de un negocio llamado Franco, que ya gestionan sus descendientes.
Dominan los aparcamientos e inmuebles en la capital de España
Uno de sus primeros negocios fructíferos fue la compra y venta de aparcamientos en la capital de España. Para ello, Carmen Franco Polo, junto a su entonces marido, el marqués de Villaverde, constituyó en 1991 la sociedad Proazca SA, cuyo domicilio situó en el madrileño Barrio de Argüelles. En esta sociedad invirtió inicialmente más de 200 millones de las pesetas de entonces.
Más tarde, en 1998, poco tiempo después de morir el marqués de Villaverde, “Carmencita” invirtió su capital en otra sociedad dedicada al arrendamiento de inmuebles, denominada Abanco SL, situando su sede en la calle Velázquez. Los Franco siempre han situado los cuarteles generales de sus negocios en el lujoso Barrio de Salamanca, de Madrid. La principal empresa inmobiliaria del holding familiar es Fiolasa SL, constituida en abril de 2002, de la cual es accionista única, y con domicilio social en su propia casa de la calle Hermanos Bécquer. Su capital social, totalmente desembolsado, está cercano a los 10 millones de euros.
La incursión de los descendientes del General Franco en el mundo inmobiliario se produjo al inicio de la década de los años setenta, antes de morir el “Generalísimo”, de la mano de la familia constructora San Román y a través de la empresa Edificaciones Tifán SL. Los hermanos Fidel y Antonio San Román, muy amigos de los Franco, manejan más de 30 sociedades inmobiliarias, con gran presencia en la Comunidad de Madrid e implicados en la Operación Malaya.
Heredaron las propiedades del marqués de Villaverde
A la muerte del doctor Cristóbal Martínez-Bordiú, sus siete hijos heredaron muchas de sus propiedades inmobiliarias. El testamento del marqués de Villaverde, otorgado el 8 de julio de 1988 ante el notario José Luis Álvarez, que fuera alcalde de Madrid, dejaba a sus hijos y mujer la propiedad de una finca de más de 28 hectáreas en La Hacienda Arroyo-Vil, en Baeza (Jaén). Así mismo, varias parcelas en la Urbanización madrileña de La Florida, en el término municipal de El Pardo. Precisamente, algunas de ellas fueron vendidas luego a la familia constructora San Román y a la empresa Inversiones Refinsa S.L. Gracias a estas “pequeñas” operaciones inmobiliarias, los Franco consiguieron, según declaración registral, unas ganancias de unos cinco millones de euros. Otras suculentas operaciones inmobiliarias de los Franco fueron la venta de una parcela en la Colonia “El Bosque”, en Pozuelo de Alarcón (Madrid); la venta de una finca rústica de seis hectáreas de olivares de secano en Mancha Real (Jaén); y la de unos apartamentos en la Playa de Campoamor, en Alicante.
Ninguno de los siete hijos del marqués salió malparado en el reparto de la herencia familiar. También heredaron la Finca “Cerca de los Monteros” en Marbella, valorada registralmente en 60 millones de pesetas, que vendieron al matrimonio formado por Roberto Osborne y Carolina Herrero, hermana del conocido periodista de la Cadena COPE, Antonio Herrero, que falleció trágicamente.
La gestión de los patrimonios de la familia Franco, en la que inicialmente intervino el biznieto Luis Alfonso de Borbón, hijo de Carmen, la lleva una empresa del clan: Sargo Consulting SL, cuya sede se estableció en el domicilio familiar de la calle Hermanos Bécquer y que fue constituida en noviembre de 2002. La preside Carmen Franco Polo. También Luis Alfonso intervino en otra de las empresas familiares, la inmobiliaria Fiolasa SL, además de administrar otra inmobiliaria llamada Borcorel SL.
El gran poder de Francis Franco
Pero si alguien de la saga Franco marca y controla los negocios familiares ese es Francisco de Asís Martínez-Bordiú Franco. Francis, como se le conoce, que nació en Madrid en 1954, es el primer varón de los siete hijos de Carmen Franco y Cristóbal Martínez-Bordiú. Por indicación de su abuelo que le ordenó perpetuar la estirpe, cambió el orden de los apellidos y se llama actualmente Francisco Franco Martínez Bordiú. A Francis siempre le ha gustado mucho el mundo de los negocios. Empezó su controvertida trayectoria abriendo un chiringuito en Marbella, con el productor Fernando Arbex como socio, para después alquilar la Finca familiar de Valdefuentes (Madrid), para rodar películas eróticas y de terror. A mediados de 1981 se marchó a Chile, donde se dedicó a negocios inmobiliarios y del ramo de la construcción. Allí fue denunciado por una supuesta estafa inmobiliaria con la empresa Prim II. Poco después regresó a España y el 18 de diciembre de 1981 contrajo su primer matrimonio con María Suelves Figueroa, hija de los marqueses de Tamarit.
Dicen quienes conocen a Francis que “es el verdadero ideólogo y administrador de los negocios familiares de los Franco”. Pertenece al consejo de administración de más de once sociedades, muy diversas. Entre estas están: Promociones del Suroeste SA (antes Valdefuentes SA), Montecopel SA, Aparcamientos Atocha 70 SA, Premohi SL, Prístina SL, Estacionamientos Urme SL, Ficeme SA, Comercia Soluciones Integrales de Comercio Electrónico SL, Caspe 99 SL, Centro Médico del Láser Pío XII SL, Oceans Eleven SL. Sus principales negocios son los inmobiliarios, incluido la compraventa de propiedades con inquilinos.
Aparece como director general de Promociones del Suroeste SA, la promotora inmobiliaria que edifica en la finca familiar de Valdefuentes, en el término de Arroyomolinos (Madrid), en cuya extensión se encuentra ubicado el centro comercial “Madrid Xanadú”, donde se encuentra el parque artificial de esquí ideado por el ex ministro del PP, Alberto Ruiz Gallardón, por entonces presidente de esa comunidad autónoma. En este suculento negocio de recalificación intervino como intermediario para las concesiones administrativas el que fuera diputado de la derecha española, Miguel Herrero de Miñón. La finca Valdelafuentes fue adquirida por el General Franco en 1954 y se convirtió en una de sus propiedades favoritas. A la muerte del “Generalísimo” Franco, la finca fue heredada por su hija, la duquesa de Franco, aunque debido al deterioro progresivo en su explotación agraria y ganadera pronto dejó la gestión a sus hijos para su posterior recalificación urbanística. Finalmente fueron recalificados 3,3 millones de metros cuadrados para construir en ellos más de cinco mil viviendas, un centro comercial y otro deportivo. En este negocio del ladrillo de Valdefuentes, los Franco están de nuevo asociados a sus amigos los constructores Fidel y Antonio San Román Morán.
El valor exacto del patrimonio de la familia Franco es complicado de dilucidar por la gran cantidad de propiedades inmobiliarias y la variabilidad de los negocios que llegan a sus manos. Los descendientes del General Franco nunca han abandonado la caza ni la pesca. Siguen utilizando la escopeta y la caña para capturar cualquier negocio que beneficie a sus intereses. Una familia, o mejor, un negocio llamado Franco, que hoy, en democracia, va viento en popa.
Juan Luis Galiacho
https://scandallos.wordpress.com/2015/11/19/el-entramado-empresarial-de-los-nietos-de-franco/
VER TAMBIÉN: Los tentáculos de la dictadura: un gran negocio llamado franquismo
https://www.diagonalperiodico.net/saberes/28387-gran-negocio-llamado-franquismo.html
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