Joaquin Almunia y Mila Candela |
El comisario socialista europeo, el vasco-madrileño Joaquín Almunia, y su mujer, la murciana “Mila” Candela, a la que ha colocado también como política en Bruselas, ganan 400.000 euros al año, lo cual no ha sido obstáculo para que su hijo reciba al menos 3 becas universitarias. La cuarta le salió mal y fue la que se ha aireado con los correos del banquero Miguel Blesa (Bankia), cuando Joaquín Almunia intercedía por su hijo Miguel Almunia, que se quejaba de no tener entre 35.000 y 45.000 euros anuales (50.000 ó 60.000 dólares) para vivir y estudiar en Estados Unidos. Y es que la familia Almunia es amplia y bien pagada: el comisario cobija a todos con dinero público, dos medios denuncian que su cuñada Jadicha Candela abreva en el Grupo Parlamentario Socialista como letrada y a su sobrina Yamila Pardo Candela tuvo que sacarla de un peligroso embrollo en el que se había metido: la influencia del entonces ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, hizo que su sobrina no se viera salpicada por el caso de los atentados del 11-M en Madrid, ya que la policía asegura que le alquiló el piso a los terroristas suicidas de Leganés y además los asesoraba jurídicamente.
Almunia nunca ha ganado unas elecciones –perdió las “primarias” contra Borrell y cuando se alió con Francisco Frutos (IU) salió derrotado tambien frente a Aznar en las urnas– pero se ha hecho millonario con la política. Con 31 años fue designado diputado por el “aparato” de su partido y con 34 años Felipe González lo hizo ministro, por lo tanto este curso 2014 va a cumplir 35 años sin bajarse del coche oficial. Ahora tiene 65 años, pero solo ha trabajado en la sociedad civil 5: dos como profesor y 3 como economista.
Sin embargo, los correos del banquero Miguel Blesa (Bankia), desvelan su desfachatez: intercedió ante el hoy jefe de la Casa Real, Rafael Spottorno, por una beca de entre 35.000 y 45.000 euros para que su hijo estudiara en Estados Unidos, cuando ya había recibido antes otras tres becas. A lo que se ve, estas remuneraciones para hijos de políticos tienen poco que ver con las exiguas becas “Erasmus”, que ahora además van a ser recortadas (entre 250 y 350 euros mensuales solo 4 meses).
Su mujer, Milagros Candela, también política, fue designada “representante permanente de España ante la Unión Europea” tras pedírselo Almunia a Zapatero, con un salario de 10.000 euros al mes en Bruselas, mientras que él como comisario cobra 27.000 euros mensuales, total 37.000 al mes. ¿Como es posible pedir una beca universitaria cuando su familia gana al menos 400.000 euros anuales?
“Mi hijo no debe nada a nadie, todo se lo ha ganado gracias a su esfuerzo y sin una sola gestión de su padre para favorecerle” proclama Almunia frente a las evidencias, lo que refleja de nuevo su escaso apego a la verdad. “Me ha llamado el padre del agraviado, Joaquín Almunia, para solidarizarse con la queja de su hijo y no sé si lo hará también contigo. Da gusto dar becas millonarias a personas importantes, aunque sea por parentesco. Sería pedir demasiado que además fueran agradecidas e incluso, por qué no, que estuvieran bien educadas”, según desvela el e-mail de Spottorno a Blesa publicado por Nacho Escolar.
Miguel Almunia |
En similares términos a los de José María Aznar Botella, hijo de José María Aznar y Ana Botella, Miguel Almunia Candela, el hijo de Joaquín Almunia y Milagros Candela, conocida como “Mila”, imploraba así su “beca”, utilizando el plural familiar: “tenemos que demostrar que disponemos de fondos suficientes para pagar la matrícula y cubrir los costes de vida (lo cual implica, en total, demostrar que se poseen entre 50.000 y 60.000 dólares). Yo no tengo ni 60.000 ni 50.000 dólares. Pensaba que las becas de la Fundación Caja Madrid existían para ayudar a gente como yo. Fui un ingenuo”.
A pesar de la fortuna de sus padres, el hijo de Almunia estaba acostumbrado a vivir del erario público, pues no era la primera vez que recibía ayudas: antes recibió otras tres becas, según su padre: “Mi hijo tuvo que suspender un año sus estudios en Harvard y encontró un trabajo en Perú. Después volvió a conseguir una beca de otra institución –sin intervención alguna por mi parte– acabó gracias a ello su Master, consiguió otra beca para hacer un Doctorado, ahora es Doctor y profesor. No debe nada a nadie. Todo se lo ha ganado gracias a su esfuerzo y sin una sola gestión de su padre para favorecerle. Ni él ni yo lo hubiésemos aceptado”. La gorronería, cinismo y escasa vergüenza -sinónimos en español de “jeta” o “caradura”, la principal cualidad de la que hacen gala los actuales políticos españoles creyendo que los ciudadanos no la perciben o disimulándolo– salta a la vista.
Jadicha Candela |
Y es que, a pesar de que suba el paro en España hasta los 6 millones de personas, Joaquín Almunia, como el resto de los politicos españoles, ante el fracaso del INEM que controlan los sindicatos y los funcionarios, se ha convertido en una agencia de becas y colocación andante. Y ha empezado por su familia: Jadicha Candela, hermana de su mujer Milagros Candela, fue otra de ellas, según denuncian dos medios en internet.
“La conversión de Candela a la fe musulmana tuvo lugar en los años 70 y desde entonces había alternado su militancia política en el PSOE con otra militancia dentro del Islam español. De hecho, se desempeña como letrada en el grupo parlamentario socialista, dentro de las Comisiones de Infraestructuras y en la Mixta para la Igualdad de Oportunidades”, denunciaban El semanal digital y el foro gsmspain.com.
Joaquín Almunia, cuyo segundo apellido es Ammann, tiene una sobrina, precisamente la hija de su cuñada: se llama Yamila Pardo y fue la casera y abogada de los “suicidados” del 11-M. Según los agentes policiales que fueron apartados de la investigación, la cúpula policíal del Ministerio del Interior trató de ocultar esta conexión al propio juez y a la prensa. Los agentes creen que se produjo por la pública amistad del entonces ministro, Alfredo Pérez Rubalcaba, con el propio Almunia, a quien beneficiaba este favor.
Yamila Pardo |
Los originales de las escrituras de la casa desaparecieron pero los agentes aseguran que constaba el nombre de Pardo Candela y que estas escrituras además no estaban registradas, lo que suponía un delito fiscal. Nadie del PSOE, PP, IU o los restantes partidos investigó si Almunia realizó tráfico de influencias con Rubalcaba para salvar a su sobrina del embrollo en el que se había metido, pero todo indica en que su ausencia en el juicio del 11-M, a pesar de estas pruebas tan claras, obedececió a esta maniobra.
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