La elevada presencia de plaguicidas en los ríos españoles, la mayoría prohibidos, podrían suponer un riesgo para la salud de las personas y el medio ambiente. Según los datos más recientes, en 2016 se detectaron concentraciones muy elevadas de al menos 47 plaguicidas (se investigó la presencia de 104 variedades), de los cuales 26 (el 70%) están prohibidos en España por sus efectos perjudiciales sobre los sistemas metabólico, neurológico y endocrino del cuerpo humano, así como su estrecha relación con la aparición de distintos tipos de cáncer. Son algunos de los datos recogidos en el informe Ríos Hormonados, presentado este miércoles por Ecologistas en Acción con la colaboración de la Red de Acción en Plaguicidas de Europa.

Los plaguicidas hallados “tienen características que alteran el sistema hormonal, actúan en dosis muy bajas y son muy preocupantes porque la exposición a mezclas de estas sustancias es aún más grave”, explicó Dolores Romero, responsable de Políticas de Sustancias Químicas de Ecologistas en Acción. Entre los plaguicidas que están más presentes en los ríos de España destacan los insecticidas (45% del total) y los herbicidas (40%).
España sigue siendo el país que más plaguicidas usa de la Unión Europea. De las cuencas hidrográficas investigadas, la más contaminada es la del Júcar, “un auténtico cóctel de pesticidas”. Los especialistas encontraron índices alarmantes de 34 plaguicidas, de los cuales 22 están prohibidos y 21 están bajo investigación por sus posibles efectos sobre el sistema endocrino y los órganos hormonodependientes (de ahí el título del informe). Entre los tóxicos agrícolas hallados en el Júcar se encuentran los polémicos DDT, así como el endosulfán y el clorpirifos. Algunos de los efectos de estos productos sobre el ser humano incluye el desarrollo de enfermedades metabólicas, como la diabetes y la obesidad, además de la aparición de malformaciones, abortos y cáncer, principalmente en los órganos del sistema reproductor.
Otra de las cuencas más contaminadas es la del Miño y la del Segura, mientras que las menos afectadas por la presencia de plaguicidas son las del Cantábrico y las de Galicia Costa porque “son cuencas sin una agricultura intensiva”, señaló Romero. Entre los 10 plaguicidas más presentes en los ríos españoles, solo dos son legales. Uno de los más habituales es el clorpirifos, prohibido en varios países europeos debido a sus efectos neurotóxicos. “Esto indica un uso ilegal y extendido de plaguicidas en nuestro país”, explicó Romero. También se encontraron elevadas concentraciones de glifosato en cinco cuencas, principalmente en la del Tajo y el País Vasco, un químico cuyos fabricantes aseguran que se degrada por sí solo en el medio ambiente. “Aquí está la prueba de que eso no es así”, añadió Romero.

Las cuencas más ‘hormonadas’
- Cuenca del Júcar: es la más contaminada del país. En ella fueron hallados 34 de los 57 plaguicidas analizados, de los cuales 22 están prohibidos desde hace varios años, y 21 pueden tener efectos disruptores sobre el sistema endocrino, entre ellos el pesticida DDT.
- Cuenca del Ebro: es la segunda más contaminada de España. En ella se encontraron 21 plaguicidas de los 37 investigados en esta cuenca, entre ellos 16 posibles disruptores hormonales y 18 prohibidos.
- Cuenca del País Vasco: se detectaron 17 plaguicidas (15 prohibidos, 14 con características disruptoras del sistema endocrino). Las fábricas de lindano de Barakaldo, cerradas en los años 90, generaron residuos con alta resistencia que fueron vertidos en distintos puntos y que todavía aparecen en los ríos vascos.
- Cuenca del Tajo: fueron encontrados 15 de los 17 plaguicidas analizados, de los cuales 12 están prohibidos y 13 presentan riesgos para el sistema endocrino.
- Cuenca del Miño-Sil: aparecieron 13 de las 58 sustancias plaguicidas bajo análisis (cinco prohibidas, 11 con rasgos disruptores endocrinos).
- Cuenca del Segura: aparecieron nueve de las 57 sustancias analizadas. Seis presentan posibles daños al sistema endocrino y otras seis están prohibidas.
- Cuenca del Duero: se hallaron 12 de 34 plaguicidas analizados, de los cuales ocho están bajo prohibición, y 10 presentan riesgos para el sistema endocrino.
- Cuenca del Guadiana: fueron encontrados siete de los 27 plaguicidas analizados, de los cuales seis están prohibidos. Uno de los herbicidas más presentes en esta cuenta es la terbutilazina, conocido disruptor endocrino.
- Cuenca de Galicia Costa: en los ríos de la costa gallega localizaron altas concentraciones de tres de las 55 sustancisa plaguicidas investigadas en esta cuenca, entre ellas cloropifirós, conocido por sus posibles efectos disruptores en el sistema endocrino.
- Cuenca del Cantábrico: es una de las cuencas menos contaminadas de España. En ella fueron hallados dos plaguicidas (ambas prohibidas) de los 21 analizados.
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