Aunque durante 2019, primer año de Madrid Central, se han registrado importantes reducciones en los niveles de dióxido de nitrógeno –gas por el que la Comisión Europea mantiene abierto un procedimiento de infracción contra España–, no ha sido así con otros elementos contaminantes como las partículas en suspensión y el ozono.
Este jueves, el mismo día que el Ayuntamiento de Madrid ha activado el protocolo anticontaminación –por primera vez desde que gobierna Martínez-Almeida–, debido a los altos índices de dióxido de nitrógeno y la previsión climatológica desfavorable por la falta de lluvias, Ecologistas en Acción ha presentado su habitual balance sobre la calidad del aire en la capital española. Para ello, se ha basado en los registros de las 24 estaciones municipales de medición de la contaminación. Asimismo, con motivo del aniversario de Madrid Central -la zona de bajas emisiones-, la organización ha preparado otro informe donde valora y cuantifica el efecto del plan iniciado por el anterior gobierno que lideraba Manuela Carmena.
El análisis evidencia que los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2), uno de los contaminantes que más efectos tiene sobre la salud, han sufrido «notables» reducciones, con «varios récords históricos». En total, solo dos estaciones, las de Plaza Elíptica y Escuelas Aguirre, superaron el llamado Valor Límite Anual (esto es: 40 microgramos de contaminante por metro cúbico de aire de media anual). Comparado con los últimos diez años, el promedio de estaciones que sobrepasaban el límite establecido era de once estaciones al año, y ninguno bajaba de las seis.
En cuanto al Valor Límite Horario, es decir, el número de horas que se superan los 200 microgramos de contaminante por metro cúbico, siendo 18 horas al año el tope, la estación de Plaza Elíptica fue la única en superar el registro. Un dato, no obstante, que mejora a los de años anteriores, cuando lo superaron entre dos y nueve estaciones. Asimismo, señalan desde la organización ecologista, el número total de horas superado también es el más bajo de la serie, con un total de 96 horas, mientras que otros años «se superaron las 500». Del mismo modo, remarcan que «el número de estaciones que no han superado ninguna hora este límite, catorce, es el mejor de la década».
Analizando todas las estaciones en su conjunto, el NO2 se ha reducido en 22 de las 24 operativas tras comparar los datos de este último año con el valor medio del período 2010-2018. De estas, la máxima reducción, un 22%, ha tenido lugar en Plaza del Carmen, la estación ubicada dentro de Madrid Central, quedando esta por debajo del límite legal por primera vez en su historia.
Desde Ecologistas señalan que hasta 10 estaciones han pasado de tener un valor medio anual superior al límite legal en el promedio de los últimos 9 años a quedar por debajo del mismo. En este sentido, aseguran, «la reducción en el conjunto de la ciudad es de un más que notable 10%».
El análisis de otro gas también contaminante como son las partículas en suspensión arroja que ninguna estación superó el límite legal anual de 40 microgramos de contaminante por metro cúbico. No obstante, dos de las trece estaciones que miden las PM10 –partículas menores de 10 micras– superaron el valor que recomienda la Organización Mundial de la Salud, fijado en 20 microgramos de contaminante por metro cúbico.
De las ocho estaciones que miden las PM2,5 –las partículas inferiores a 2,5 micras, las más perjudiciales–, cinco superaron o igualaron la recomendación de la OMS. Desde Ecologistas defienden que «esta situación es coherente con una lenta tendencia de descenso en estos contaminantes durante los últimos años en Madrid».
Finalmente, Ecologistas en Acción ha analizado la situación relativa al ozono troposférico, donde los datos son peores. Seis de las catorce estaciones que lo miden superaron el valor límite legal octohorario (120 microgramos de contaminante por metro cúbico durante ocho horas) y tres superaron el umbral de información a la población (180 microgramos de contaminante por metro cúbico durante una hora). Esto lo hace estar a «niveles similares a los de años anteriores», recoge el estudio.
Mayor ambición
Una vez expuesto los datos, Ecologistas en Acción considera que «los planes de lucha contra la contaminación deberían hacerse más estrictos, al contrario de lo que ha intentado hasta ahora el Gobierno de Almeida». Piden, además, que no quede reducido a una parte de la ciudad, sino que se extienda al conjunto de la capital.
En el caso de Madrid Central, la ONG advierte de «una pérdida de eficacia en la segunda mitad del año» por lo que llaman Efecto Almeida. Hacen referencia al intento del actual Gobierno municipal del PP de suspender las sanciones y presentar en su lugar Madrid 360, «como si fuera un nuevo plan ya vigente’’. «La aspiración de un gobierno responsable debería ser la de reducir los niveles de polución por debajo de las recomendaciones de la OMS para garantizar el derecho a respirar aire limpio de la ciudadanía madrileña y de quienes visitan la ciudad’’, sentencia.
3% de las muertes, asociadas a la contaminación atmosférica
En España, se calcula que un 35% de la población respira aire contaminado, problemática que se da tanto dentro como fuera del hogar, apuntaban el año pasado desde Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica. Así, un 3% de las muertes que se producen cada año en el país están causadas por factores asociados a la contaminación atmosférica, que provoca cada año alrededor de 10.000 muertes prematuras, según datos del Instituto Nacional de Estadística y el Ministerio de Transición Ecológica. En una década, la contaminación atmosférica ha causado 93.000 muertes en España.
https://www.lamarea.com/2020/01/09/la-calidad-del-aire-de-madrid-sigue-sin-ser-apta-para-la-vida/
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