Aumenta el sueldo de Walsh tras el cambio de tendencia en Iberia», titulaba el Financial Times el pasado jueves. Fue el día en el que International Airlines Group (IAG), la matriz de Iberia y British Airways, publicaba su informe anual y de retribuciones anunciando un bonus récord para los dos primeros ejecutivos: el consejero delegado, Willie Walsh y el director general financiero, el español Enrique Dupuy.
Walsh tiene una retribución fija anual de 1,05 millones, pero ha ganado en 2014 7,89 millones de euros, incluidos pagos en diferido, gracias sobre todo a un bonus especial de este año de 2,05 millones y a un incentivo acumulado plurianual por "desempeño" desde 2011 de 4,49 millones. En el caso de Dupuy su retribución fija es de 649.000 euros, pero ha llegado a 3,14 millones, tras, sobre todo, el premio anual de 683.000 y otro plurianual de 1,6 millones. Walsh ganó 1,9 millones en 2013 y Dupuy, 254.000.
¿Qué logros hubo en 2014 y años anteriores para tamaños bonus aparte de la muy rentable British Airways y la caída del queroseno? El presidente no ejecutivo de IAG, Antonio Vázquez, - muñidor en 2010 de la fusión- cita en primer lugar en su informe anual «la continua y profunda transformación de Iberia y su retorno a la rentabilidad, una posición que, hace sólo dos años, parecía muy lejana». Vázquez ganó medio millón, sin bonus, pero con derecho a una indemnización de salida de 2,8 millones «sea cual sea el motivo».
El presidente de la filial Iberia, Luis Gallego, concreta sobre todo como logro «los acuerdos laborales estructurales».«Teniendo en cuenta todas las fórmulas disponibles para la reducción de plantilla, se prevé la salida de hasta 5.471 trabajadores, de los cuales el 71% dejaron la compañía durante 2014 y el resto se espera que lo hagan a lo largo de 2015», afirma Gallego, que gana otro medio millón, según el informe que no menciona bonus adicional.
El plan inicial cuando se lanzó el ERE en 2013 -con gran conflicto- fue de 3.141 personas, pero finalmente, tras una mejora de las condiciones de salida apoyada fiscalmente por el Gobierno, «los acuerdos exceden los objetivos iniciales previstos (...) Se espera que dichos acuerdos permitan una reducción del coste unitario por trabajador de Iberia de aproximadamente un 35% a medio plazo». Por tanto, el consejo de IAG ha aumentado el sueldo de Walsh un 300% con respecto a 2013 tras rebajar el coste por empleado español en un 35% y lanzar uno de los mayores ERE de la historia de España.
En el informe anual de retribuciones de la cúpula aprobado por el consejo de IAG -que es paritario de españoles y anglosajones e incluye en su seno a figuras como César Alierta, que también tuvo su ERE en Telefónica-, se argumenta la concesión de bonus a Walsh y Dupuy por el buen comportamiento de la acción, el gran crecimiento de los beneficios de la compañía y el ahorro de costes. No mencionan expresamente los gastos de personal, pero sí tienen el cuajo de decir, que si se quitan los bonus, la subida del sueldo base de Walsh está en línea con la de los empleados en Reino Unido, es decir, los de British Airways. ¿Y con los de Iberia? «Se decidió no incluir en la comparación a los empleados de fuera del Reino Unido ya que las condiciones laborales existentes en otros países son muy distintas», justifica el documento con dos narices.
En cuanto a la vuelta a la rentabilidad de Iberia, se dice oficialmente que ha ganado 50 millones en 2014, pero perdió en realidad 311 millones por «circunstancias excepcionales», pero más que previsibles desde 2013 como es la dificultad de repatriar 265 millones de dólares de Venezuela y los costes de la reestructuración de personal. Además, añade que «estos impactos se compensaron parcialmente por el reconocimiento de los activos por impuestos diferidos de Iberia». IAG ha logrado créditos fiscales con la Hacienda española de 306 millones que minorarán su futura factura tributaria. En resumen, pese a tanta proclama, Iberia siguió perdiendo en 2014 el mismo millón diario que decía en 2012 Rafael Sánchez Lozano, entonces consejero delegado de Iberia -y antes lugarteniente de Blesa- para justificar el ERE. El informe de retribuciones confirma que Sánchez Lozano dejó la compañía en 2013 con una indemnización que aún se estira y puede llegar a 3,6 millones, 500 días por año trabajado.
Es evidente que la rentable British se ha impuesto en una fusión que nacía paritaria y que Iberia necesitaba una reestructuración. Pero los mismos que piden apoyo al Gobierno español en Venezuela y se frotan las manos con créditos fiscales no pueden ser tan desalmados con los bonus en pleno ERE gigantesco.
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