El grupo de aerolíneas IAG, que engloba a Iberia, British Airways (BA), Vueling y Aer Lingus, baraja crear otras bases en Europa distintas de Barcelona para operar los vuelos low cost de largo alcance que planea poner en marcha este año, según señala el consejero delegado del grupo, Willie Walsh, en su mensaje a los accionistas en el informe anual de cuentas correspondiente de 2016.
La aerolínea anunció en diciembre pasado que empezará a operar en junio próximo vuelos de largo recorrido a bajo coste desde el aeropuerto barcelonés de El Prat a Los Ángeles y San Francisco, en Estados Unidos; Buenos Aires, Santiago de Chile y La Habana en América Latina; y Tokio, en Asia.
“Barcelona es una base ideal para este proyecto porque cuenta con la red de corto radio de Vueling. En nuestra opinión, se trata de un requisito indispensable para que cualquier iniciativa de largo radio y bajo coste obtenga buenos resultados y otras aerolíneas presentes en el mercado coinciden en este aspecto. En su debido momento, también consideraremos abrir otras bases en Europa para estos vuelos”, indica Walsh.
El grupo sopesa si crear una aerolínea específica con una marca diferenciada para realizar la operativa, que denomina "largo radio de nueva generación", o emplear los recursos de sus otras aerolíneas. Iberia se postula para realizar esa tarea, y acaba de cerrar un acuerdo con pilotos y tripulantes de cabina (TCP) para modificar el convenio colectivo con el objeto de ajustar los costes y permitir que esos vuelos de bajo coste de largo alcance desde Barcelona sean competitivos.
Vueling e Iberia
En un repaso por la evolución en el pasado ejercicio de las aerolíneas del grupo, Walsh reconoce que Vueling fue la que más sufrió desde el punto de vista operativo, lo que se vio reflejado en la rentabilidad, en referencia a los fuertes retrasos y cancelaciones que registró la compañía de bajo coste el pasado verano.
Aunque admite algunos “errores internos”, culpa principalmente de esos problemas “a la larga serie de huelgas convocadas durante el verano por parte de los controladores de tráfico aéreo en Francia. Vueling se vio más afectada que otras aerolíneas dado que aproximadamente el 70% de sus vuelos desde y hacia Barcelona sobrevuelan el espacio aéreo francés”.
Tras calificar de “fantástico trabajo” el del nuevo equipo directivo para enfrentarse de forma “honesta” a los problemas que les afectaron, el máximo directivo de IAG indica que “durante este año, la labor será estabilizar y consolidar la posición de Vueling”. Pronostica un crecimiento financiero, “pero con menos incrementos drásticos de capacidad”. “No obstante, quiero ser claro: esta es una gran aerolínea con un gran futuro y todos estamos absolutamente comprometidos con ella”, añade.
Sobre Iberia, cuyos ingresos cayeron un 2,4% en 2016, el consejero delegado de IAG afirma que las dificultades a las que se enfrentó durante el año tuvieron que ver en su mayoría con factores macroeconómicos en mercados clave. “Por ejemplo, el negocio en Latinoamérica se ralentizó. Brasil fue particularmente complejo y, dado el tamaño de su economía, en toda la región se produjo un efecto dominó inevitable que obligó a muchas otras aerolíneas a recortar capacidad”. En la parte positiva, resalta la vuelta de Iberia a Asia con las rutas a Shanghái y Tokio, “que hubiera sido inconcebible hace unos años”.
Indica que Iberia todavía tiene mucho trabajo por hacer en materia de costes y, por ello, el equipo directivo acaba de poner en marcha la fase 2 del Plan de Futuro. “Es muy positivo que estos cambios adicionales se estén llevando a cabo de manera consensuada. El cambio ya no es algo que se vea como un peligro en Iberia, sino algo que se debate y se acepta”.
Ampliación de Heathrow
Sobre la ampliación del aeropuerto de Heathrow, un aspecto crítico para la rentabilidad del grupo y de British Airways, su principal aerolínea, Walsh indica que la tercera pista del aeródromo es una oportunidad pero solo se hará “si los costes de dicha ampliación son razonables de manera que no tengamos que asumir unos costes desproporcionados y si los clientes, en general, no se ven obligados a pagar más por la operación en Heathrow”.
Igualmente, reconoce que hay importantes retos medioambientales que deberemos abordar antes de que pueda llevarse a cabo la ampliación.Por tanto, son muchos los obstáculos que debemos salvar. No obstante, en general, soy discretamente optimista en cuanto a que finalmente conseguiremos el resultado deseado.
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