Algunos quisieron enterrarlo antes de tiempo, pero el Puente Aéreo luce ahora mejor salud de lo augurado. La ruta directa entre Barcelona y Madrid se convirtió en una sangría para Iberia hace dos años, pero 24 meses después recorta costes y aumenta su tráfico para acercarse a la rentabilidad. En lo que va de 2016, 1,09 millones de personas han tomado uno de los 15 vuelos diarios que operan entre ambas capitales.
La cifra a la que ha tenido acceso Cerodosbé, y que curiosamente Iberia no es dada a publicar, es superior al total de pasajeros registrados en 2015 (1,07 millones) y 2014 (993.000 personas). Una recuperación que alivia los lamentos que Luis Gallego, presidente de la aerolínea, hizo cuando afirmó que la línea perdía “mucho dinero”.
Ahora, la ruta dista de ser un quebradero de cabeza y, si bien tampoco es la gallina de los huevos de oro de Iberia, ha dejado de ser de las más deficitarias. “Con la recuperación económica el tráfico ha crecido y el plan de eficiencia de la compañía ha ayudado a reducir los costes”, señalan fuentes del sector.
Además, la aerolínea eleva, pulgada a pulgada, su dominio en una ruta que también operan Air Europa y Vueling. La filial de IAG al fin supera el umbral del 50% de pasajeros transportados (50,98%). El año pasado se quedó en un 48,8% de los 2,19 millones de personas que volaron entre Madrid y Barcelona y en 2014 se conformó con un 46,1% de los 2,15 millones de usuarios.
El volumen queda lejos de los días dorados de la ruta, antes de que el AVE se llevara el 60% del tráfico. En 2007, hasta 4 millones de viajeros tomaron uno de los Airbus de la compañía, que llegó a programar una frecuencia cada 15 minutos. Pese al abandono, Gallego siempre ha destacado que el cliente del Puente Aéreo “es muy fiel”.
Por ello, Iberia trabaja para reformular la conexión aunque no ocupe los primeros puestos en su lista de prioridades. Consultada por Cerodosbé, la compañía sostiene “que el servicio va a continuar” y desmiente cualquier rumor de cierre.
Fuentes del sector apuntan que, para mejorar la eficiencia de la ruta, Vueling podría unirse al servicio. Si bien se han estudiado varias fórmulas, como la creación de una sociedad conjunta, la opción que ahora mismo ocupa un lugar destacado sobre la mesa de los ejecutivos es que la low cost de IAG coordine los vuelos desde Barcelona. Un reto obligado por la necesaria integración de sistemas entre ambas aerolíneas.
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