La mitad de las pensiones que se pagan en España están por debajo del umbral de la pobreza. De las 9.353.988 pensiones que se abonaron en 2015, el 49,9% (4.671.490 de estas prestaciones) no llegaron a los 667 euros mensuales, el límite que marca la exclusión social, según los datos del Ministerio de Empleo recogidos por la Red Española de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN) en su último informe.
Las peor paradas son las pensiones de orfandad: el 86% de ellas no supera el umbral de la pobreza. Entre las de viudedad esta cifra es del 69%, y del 40% entre las de jubilación. Los datos no muestran, eso sí, el número de pensionistas que viven por debajo del umbral de la pobreza: una persona puede cobrar varias pensiones, por ejemplo, una de jubilación y otra de viudedad.
A pesar de estos datos, la tasa de pobreza (el llamado índice AROPE) de las personas de más de 65 años ha descendido muy significativamente en los últimos años. Si cuando comenzó la crisis, en 2008, el 26,2% de las personas mayores de 65 estaban en riesgo de exclusión social, en 2015 esa tasa había bajado hasta el 13,7%. Por el contrario, la tasa de pobreza general ha hecho el camino inverso: en 2015 era del 28,6%, casi cinco puntos más que en 2008..
EAPN recuerda que este descenso se ha producido a pesar de que la cuantía de las pensiones apenas se ha movido, es decir, a pesar de que las condiciones de vida de esta gente no han variado. Un ejemplo, dice la organización, de como los indicadores de pobreza pueden bajar "sin una mejora real en las condiciones de vida de las personas".
La estabilidad de los ingresos de los pensionistas hace que su tasa de pobreza dependa directamente de la evolución del umbral de pobreza. Entre 2009 y 2014 ese umbral se redujo: la pérdida de empleos y salarios produjo un empobrecimiento general de la población, por lo que, para ser considerado pobre, había que tener menos ingresos que antes. Eso hizo que gente que antes estaba por debajo del umbral de la pobreza dejara de estarlo sin que sus condiciones de vida hubieran mejorado. Por eso, muchas personas mayores de 65 años han dejado la definición de pobreza aunque sus ingresos siguen siendo prácticamente los mismos que hace seis años.
La tasa de pobreza es mayor entre las mujeres mayores de 65 que entre los hombres de ese mismo grupo de edad. ¿Por qué? Sus pensiones de jubilación son más bajas debido a las carreras de cotización interrumpidas por los periodos dedicados al cuidado, a los salarios más bajos y a las barreras para llegar a puestos de responsabilidad y mejor pagados. Por otro lado, las mujeres son mayoría entre las pensiones de viudedad (el 89,4% las perciben mujeres) que son, en general, de menor cuantía.
Esta situación va cambiando: las mujeres que entran ahora en su jubilación lo hacen con salarios más altos, aunque la brecha salarial permanece. EAPN destaca que entre 2005 y 2015 el número de pensiones de mujeres de más de 1.000 euros han crecido un 236,8%, mientras que las que están por debajo de esa cifra lo hicieron un 4,1%.
No hay comentarios:
Publicar un comentario