Villar Mir, el marqués de la Bolsa: gana más de 60 millones en un año con su inversión en Santander
A Juan Miguel Villar Mir la crisis le sonríe. El presidente de OHL compró hace un año 27 millones de acciones del Banco Santander por 158,6 millones de euros. Esta participación, sin contar dividendos, vale hoy 207,5 millones, es decir, un 30,8% más. Un nuevo acierto en el currículum del empresario, que también puede presumir de instinto con Abertis y Colonial.
Juan Miguel Villar Mir dio un golpe de efecto hace justo un año (el 18 de septiembre de 2013) cuando por sorpresa adquirió 27 millones de acciones del Banco Santander. Lo hizo a través de Inmobiliaria Espacio, una sociedad de su propiedad al 100%. Se convirtió así en el segundo accionista individual de la primera entidad financiera de la eurozona por detrás del recién fallecido Emilio Botín.
La entrada de Villar Mir supuso un espaldarazo para la confianza del mercado en el banco rojo, dado el buen nombre del presidente de OHL, la constructora que, por otra parte, adquirió al Santander el conjunto de edificios históricos de la plaza de Canalejas, en el centro de Madrid, y en la actualidad ultima la construcción de la nueva sede de la Fundación Botín en la capital cántabra. Unos vínculos por los que el banquero no dudó en compensarle, precisamente hace un año, con una silla en el consejo de administración.
Por aquella participación, que entonces representaba el 0,24% del capital social del banco, el marqués de Villar Mir –por obra y gracia de Don Juan Carlos I de Borbón- pagó 158,6 millones de euros, a razón de 5,876 euros por acción. Hoy, aquellos 27 millones de títulos se cambian en el mercado a 207,7 millones (ayer cerraron a 7,686 euros).
Han generado, por tanto, unas plusvalías latentes de 48,8 millones. En términos relativos el incremento de la inversión es del 30,8%, sin contabilizar los dividendos. La apuesta por el banco rojo fue acertada, además, si se compara con la evolución del Ibex 35, que en estos últimos 12 meses se ha revalorizado un 20,3%.
En función de la opción que haya elegido en los cuatro últimos scrip dividend que ha ofrecido el banco cántabro, las ganancias varían. Antes de aquella compra, Villar Mir poseía 1.030 acciones a título individual. Por ellas siempre se ha decantado por elegir nuevos títulos en lugar de efectivo, con lo que hoy suma 1.126 acciones.
Ahora bien, en el caso de Inmobiliaria Espacio, el empresario no ha revelado su estrategia. De haber escogido cobrar el dividendo en dinero contante y sonante, se habría embolsado 16,2 millones de euros brutos. Si por el contrario imitó a la mayoría de accionistas y decidió recibir acciones, habría incrementado su participación en casi 2,5 millones de títulos, que a precios actuales suponen 19,2 millones de euros, y sumaría 29,5 millones de acciones. También podría haber optado por una combinación de ambas fórmulas.
Aunque hasta que no venda no dejan de ser ganancias potenciales, a sus 83 años Villar Mir sigue demostrando un ojo especial para hacer negocios. No en vano, la crisis le ha revelado como uno de los empresarios, si no el que más, que mejor rédito ha sacado a las dificultades. En esta estrategia encajan las dos principales operaciones que ha realizado en estos años de crisis: la entrada en el capital de Abertis y de Inmobiliaria Colonial.
En 2012, Villar Mir consiguió sustituir a Florentino Pérez, no de la presidencia del Real Madrid, su sueño inacabado, sino del accionariado de Abertis. Compró el 10% que aún tenía una diezmada ACS en la concesionaria catalana por 875 millones. En posteriores operaciones OHL ha incrementado su participación hasta el 18,92%. A precios de mercado, este paquete está valorado en 2.740 millones, lo que arroja unas plusvalías latentes de alrededor de 750 millones.
A principios de este año, tras los fallidos intentos en 2013, Villar Mir, a través de Inmobiliaria Espacio, adquirió el 20,2% de Colonial por unos 46 millones de euros. En primavera culminó una ampliación de capital por 1.000 millones de los que el empresario octogenario suscribió 300 millones para elevar su participación al 24,4%. En estos meses, esta operación le ha generado unas ganancias latentes de en torno a 100 millones.
Estos movimientos colocan al Grupo Villar Mir, que controla el 60% de OHL, en una posición de privilegio de cara al medio plazo. De hecho, mientras que el mercado ha castigado con dureza a ACS, FCC y Sacyr durante la crisis (en el último año han maquillado las pérdidas), OHL ha salido airosa obteniendo ya incluso ganancias.
Y es que Villar Mir, cuyo historial refleja su capacidad para reflotar empresas (Altos Hornos de Vizcaya, Obrascón, Ferroatlántica, Fertiberia o Eléctrica de Viesgo), supo esquivar el apetitoso mercado inmobiliario residencial en los años de vacas gordas para centrarse en lo que realmente sabían hacer: concesiones e infraestructuras. Tampoco se embarcó en aventuras energéticas como ACS (Unión Fenosa-Iberdrola) y Sacyr (Repsol). Incluso unos años antes también se mantuvo firme y no entró en el sector de las telecomunicaciones como sí hicieron algunos de sus rivales sin demasiado éxito.
Su trayectoria, no obstante, se ha visto también salpicada en los últimos años por los escándalos de corrupción. Está imputado por seis delitos tras figurar en los papeles del extesorero del PP, Luis Bárcenas por, presuntamente, haber financiado al partido. Por estos hechos, el Banco Santander no se ha planteado en ningún momento cesarle.
Con 83 años y algunos problemas de salud no ha fijado aún una fecha para ceder el testigo, pero como hiciera su amigo Botín con su sucesora, Ana Patricia Botín, Villar Mir lleva años ‘educando’ a su hijo y vicepresidente de OHL, Juan Miguel Villar Mir de Fuentes. El heredero estará acompañado, en cualquier caso, del exministro Josep Piqué, a quien el constructor fichó el año pasado como consejero delegado.
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