Rentabilidad, ante todo. Ese es el objetivo que primará aún más en la cúpula de International Airlines Group (IAG), después de que un fondo de inversión con sede en el paraíso fiscal de Nassau (Bahamas) -Templeton Global Advisors- haya pasado a ser el accionista de referencia, con el 5,01% de los títulos. La fugaz salida de Bankia y El Corte Inglés ha diluido el 14% del capital que sumaban desde la creación del 'holding' angloespañol en el otoño de 2010, dejándolo así en manos de más de un centenar de inversores institucionales que han adquirido por un importe total de 775 millones de euros "pequeñas" participaciones -todas inferiores al 1%, por lo que no tienen obligación legal de revelar su dueño real-, según fuentes del mercado.
La mano dura que el 'número dos' de IAG -Antonio Vázquez es el presidente, pero la labor ejecutiva recae en Walsh- está teniendo con Iberia, a la que ha emplazado a adoptar más recortes (aparte de los despidos y las rebajas salariales ya conocidas) para poder sobrevivir, se va a ver reforzada porque las cuatro firmas de inversión que sumaban el 18% del capital del 'holding' -Majedie Asset Management (con sede en Londres), Black Rock (Nueva York) y Legal and General Gruop (también Londres), aparte del fondo referido antes- ya no tendrán el contrapeso del 12% que controlaba Bankia y el 1,7% de El Corte Inglés. No obstante, fuentes gubernamentales apuntaron que, según los acuerdos de fusión entre Iberia y British Airways, ambas compañías deben mantener sus "estructuras de nacionalidad" (española y británica, respectivamente) en lo que se refiere a su propiedad mayoritaria y control, al menos, hasta enero de 2016.
Evitar un socio ajeno a la UE
No queda tan claro que esto se traduzca en que el Ejecutivo pueda mantener dentro del consejo de IAG los mismos derechos políticos que estaban asociados al principal banco nacionalizado, Bankia. De hecho, en la práctica, solo tendría en estos momentos la capacidad de decisión que le otorgarían el 2,71% que controla la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), aunque en lo referente directamente a Iberia sí podría hacer valer la citada salvaguarda. En cualquier caso, y para evitar la entrada en una posición dominante de un posible socio extranjero, sobre todo ajeno a la UE -por ejemplo, la sociedad de inversiones de la familia real de Qatar (que a través de Qatar Airlines ya es socio de Iberia y British en la alianza Oneworld) o alguna de las aerolíneas de los Emiratos Árabes-,las dos participaciones españolas vendidas este jueves se han 'troceado' entre distintos inversores profesionales y cualificados.
Según fuentes del mercado, la mayoría de ellos son fondos de inversión de Estados Unidos y el Reino Unido, e incluso algunos de España, que han desembolsado cada uno una media de unos dos millones de euros. La operación ha servido a Bankia para hacer caja -dentro de su plan de desinversiones su siguiente objetivo es el traspaso del 5% de Iberdrola, el 15% de Mapfre y el 20% de Indra, entre otros-, al sacar una plusvalía de 167 millones de euros por un paquete de títulos que adquirió en 2000 con la privatización de Iberia y, posteriormente, amplió en 2007.
La entidad financiera ha obtenido 675 millones de euros con la venta de sus 224,2 millones de acciones que cerró este jueves-, aunque lo hizo a un precio de 3,01 euros por unidad -IAG terminó la jornada en 3,07 euros, tras depreciarse un 0,9%-, 10 céntimos menos del valor con el que se cerró la cotización el miércoles, circunstancia que justificó en la necesidad de ofrecer un beneficio extra a los inversores. En el caso de El Corte Inglés, el importe total de la operación ha sido de 100 millones de euros -con una plusvalía de 20 millones- y, a diferencia de Bankia, la desinversión se fue realizando en varias veces durante las últimas semanas ante la necesidad de aprovechar el buen momento bursátil de la matriz de Iberia -que llegó a caer hasta los 1,6 euros en sus peores momentos- para hacer caja y, con ello, reducir parte de la deuda de la compañía.
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