Al menos 200.000 envíos, algunos recibidos en noviembre, se acumulan en los patios de Correos en Barajas, según la Confederación General del Trabajo (CGT). El sindicato asegura que el Centro de Tratamiento Internacional (CTI) se ha visto "desbordado" por el aumento del número de paquetes, procedentes principalmente de China, la disminución del personal y la falta de espacio. "La cantidad de trabajo es tal que, simplemente, es inasumible para la plantilla", ha asegurado este miércoles la organización.
El número de trabajadores del CTI —sin contar a los eventuales— ha disminuido el 25% en los últimos siete años, según el sindicato. "Hoy somos entre 250 y 300 en tres turnos diarios, unos 100 menos que en 2007", destaca Miguel Arias, secretario de Salud Laboral del CGT en Madrid. Correos señala, en cambio, que toda su plantilla en Barajas —no solo la del CTI— está formada por 465 trabajadores fijos, a los que se suman otras 158 personas que, durante la época navideña, refuerzan los turnos de los fines de semana.
CGT considera, sin embargo, que el personal es insuficiente para el ritmo de trabajo, principalmente durante estos meses, y responsabiliza a Correos por no cubrir las plazas que han dejado los empleados que salieron de la empresa tras su jubilación o traslado a ministerios y otras instituciones del Estado.
Arias, con 25 años de trabajo en Correos de Barajas, 10 de ellos en el CTI, pone cifras a la rutina laboral que sus compañeros viven en el aeropuerto: "Todo el correo internacional pasa por Barajas. Solo la paquetería procedente de China —que es la mayoría, entre el 60% y el 80%— ha aumentado el 400% en los últimos meses".
Otro empleado de Correos —que pide el anonimato— comenta que, ante la falta de espacio, la empresa también utiliza parte de las pistas para acomodar la paquetería. El martes pasado, este periódico publicó una foto en la que se mostraba la acumulación de los envíos postales a la intemperie. "Han corrido a meter los paquetes. Los han sacado del aparcamiento para que ya nadie los vea desde la calle, pero dentro sí que vemos que siguen a la intemperie. Son decenas de miles de envíos que se acumulan en las pistas", asegura este trabajador, con más de una década en la compañía.
Arias matiza que muchos están dentro de contenedores cerrados, "pero otros no". En todo caso, la solución de Correos —añade— no debe pasar por "esconder las sacas para que el problema no se vea desde fuera". Los empleados empezaron a notar el incremento de los envíos entre octubre y noviembre, pero el pico llegó en diciembre, con las fiestas de navidades. El resultado: la nave de Correos se llenó y la empresa empezó a acomodar los envíos donde pudo.
Correos asegura que negocia con AENA, la gestora de los aeropuertos, una ampliación del centro de paquetería. Sin embargo, niega que se acumulen los paquetes a la intemperie y durante días, como afirman los trabajadores. CGT echa números para explicar que eso sí ocurre: "En las pistas tenemos por lo menos 70 plataformas. Cada una tiene unas 60 sacas, en promedio. Cada saca, unos 70 envíos. Es imposible que despachemos todo esto el mismo día".
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