Children’s Investment Fund, que formará parte del núcleo duro del gestor aeroportuario tras su privatización, destaca por su activismo en las juntas y su capacidad para aliarse con otros fondos y provocar cambios en las compañías donde invierte.
Es el gran desconocido del nuevo núcleo duro de AENA pero The Children’s Investment Fund (TCI) no ha llegado al gestor aeroportuario español para ser uno más. Este peculiar hedge fund británico, que se caracteriza por haber donado casi 2.000 millones de dólares a lo largo de su historia a obras de caridad infantil, cuenta con un amplio historial de actuaciones en las empresas en las que ha tenido una participación relevante. Sin duda, el capítulo más destacado fue el de Deutsche Borse, la empresa gestora de la Bolsa de Frankfort, cuando su oposición a la estrategia del consejero delegado terminó con éste y sus consejeros afines fuera de la compañía.
El fondo contará con un 6,5% del capital de AENA y compartirá papel de socio de referencia con Corporación Financiera Alba y Ferrovial. Mientras durante el proceso de selección se habló de fondos como KKR y Maquarie o de otros institucionales como Blackrock, TCI apareció como uno de los pocos candidatos que se interesó por AENA y entre los que el Ministerio de Fomento no ha tenido ni siquiera que elegir.
No se trata de un fondo voluminoso ya que cuenta con activos bajo gestión valorados en unos 6.000 millones. Sin embargo, no es de ésos que tratan sus participaciones como meramente financieras y no se involucran en el gobierno de las empresas. TCI no duda en buscar aliados en otros fondos y gestoras con participaciones relevantes para oponerse a las estrategias de las empresas y voltearlas si considera que no crean valor para el accionista.
Una de acciones más llamativas tuvo lugar en 2005, cuando TCI buscó la alianza de otros fondos de inversión para descabezar la cúpula directiva de Deutsche Borse, el gestor de la Bolsa de Frankfort, uno de los mayores mercados de Europa. Werner Seifert, por entonces consejero delegado de la compañía germana, acumulaba dos intentos fallidos para hacerse con la Bolsa de Londres, lo que estaba penalizando la cotización de la compañía. TCI no dudo en ponerse manos a la obra, aun cuando tenía una pequeña participación que no alcanzaba al 5%.
Christopher Hohn |
Junto a entidades como Fidelity y Merrill Lynch, que también tenían presencia en el capital de la empresa, forzó la salida de Seifert y de sus consejeros afines tras una ardua labor de desgaste. Según publicó en su día la revista Bussiness Week, Seifert recibió una veintena de correos electrónicos de Christopher Hohn, fundador y consejero delegado de TCI, en los que le advertía de lo que luego le sucedería.
La presión a Mittal y Japan Tobacco
TCI también fue protagonista en el proceso de fusión entre Mittal Steel y Arcelor, toda vez que era accionista de las dos compañías. El fondo facilitó la operación al mostrar su apoyo a Lashkmi Mittal pero después no se lo puso nada fácil cuando el empresario indio quiso adquirir la filial brasileña de Arcelor a precio prácticamente de derribo. El fondo forzó la maquinaria y terminó consiguiendo que Mittal pagara una notable prima por Arcelor Brasil.
El fondo también ejerció una notable presión al consejo de administración de Japan Tobacco, uno de los gigantes del sector tabaquero, para que elevara el dividendo y pusiera en marcha un plan de recompra de acciones tras una fuerte caída de los títulos en la Bolsa de Tokio. TCI ha logrado ambos objetivos.
Hohn tampoco ha tenido reparos en enfrentarse a Gobiernos nacionales. Mantiene un litigio desde hace tiempo con el de la India, al que acusa de un exacerbado intervencionismo en la compañía Coal India, de la que es accionista TCI.
También participa en el consorcio aeronáutico paneuropeo Airbus, la antigua EADS, participado por varios Gobiernos europeos (entre ellos el español), donde ha iniciado una particular batalla para que la compañía venda uno de sus activos estratégicos como es su participación en Dassault.
El creador del fondo, consejero de AENA
Hohn es el creador y alma mater de TCI. Inició la aventura en 2003 junto a su esposa Jamie, que es la responsable de la Children Investment Foundation. A esta institución ha ido a parar un porcentaje de las comisiones que percibe el fondo de sus partícipes, hasta completar la citada cifra de casi 2.000 millones.
No obstante, esta donación dejó de tener carácter contractual hace un par de años, cuando Hohn y Jamie iniciaron los trámites de divorcio. Ahora el fondo sigue contribuyendo con la Fundación pero de una manera discrecional, como un donante más.
Precisamente, será el propio Christopher Hohn quien ocupe el puesto en el consejo de administración que AENA ha reservado para TCI, como componente del núcleo duro del gestor aeroportuario. Compartirá condición de consejero dominical con Juan March, vicepresidente de Banca March, y Jorge Gil Villén, responsable de aeropuertos de Ferrovial.
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