La segregación es una palabra muy de moda últimamente, la segregación o la secesión es la solución que dan los sub-cabecillas mediocres a los problemas que ellos mismos han provocado. Pero la segregación parece que es la única solución; la aplican desde regiones de España que se ven ahogadas por sus propias deudas, hasta directores de negocios No-Estratégicos de grandes Empresas como Iberia.
¿Quién gana con la segregación?
Los accionistas hacen caja vendiendo a las gallinas de los huevos de oro, y aunque la decisión de segregar parezca absurda, se debería de respetar el uso soberano que hacen de su dinero los inversores privados; pero resulta que Iberia es España, en el sentido más amplio del término, sus principales propietarios son públicos como Caja Madrid, y sobre todo, es importante seguir manteniendo un operador aéreo nacional que pueda apoyar un sector tan estratégico como es el turismo en España.
Los Directivos: Dividir siempre es beneficioso para los sub-cabecillas, cuyo único talento innato en su ascenso al poder máximo que les guía, es la consecución del título más ansiado en el cartel de entrada en su despacho, el de "Presidente"; y si eso significa ser “presidente” de una parte segregada, eso es mucho más de lo que conseguirían siendo directivos de un negocio “no-estratégico” de una empresa mucho más grande.
Si Iberia se divide en tres: una empresa de 6.000 empleados con el nombre de Iberia, y otras dos de mantenimiento y handling con otro nombre de 4000 y 6000 trabajadores; significa que donde antes había un presidente y consejero delegado de una empresa de 20.000, ahora habrá tres presidentes y tres consejeros delegados con sus correspondientes sueldos y bonus. Se triplicará el escalafón de directivos que se ocupará de hacer que los trabajadores produzcan mucho más para mantener a tanto directivo con sueldo y bonus.
No hace falta decir que la segregación de negocios no es ni la única ni la más exitosa estrategia de configuración de empresas. Las grandes empresas internacionales son las empresas que mantienen todas las partes de su negocios bajo un mismo nombre e identidad comercial. Será porque saben lo obvio; cuando más grandes es una empresa, más se rentabiliza su estructura de mando, sus recursos logísticos y de espacio; no es casualidad que para atajar los grandes problemas de las Cajas de Ahorros españolas el gobierno obligara a casi todas a fusionarse.
Los trabajadores en una empresa segregada son mucho más vulnerables, ya no solo para alcanzar nuevos derechos, sino para mantener los derechos básicos que reconoce el estatuto de los trabajadores; el derecho a la huelga, las horas extras remuneradas o incluso el respeto de los descansos legales entre jornadas se antoja un ideal utópico en las empresas que ya están segregadas dentro de la misma estructura de Iberia, preguntad a los trabajadores de ALAER y CACESA.
Y por último, la EMPRESA: Quizás sea sensación mía, pero este mundo capitalista y cruel donde la ley del más fuerte impera y avasalla al más débil, parece sensato creer que una empresa cada vez más pequeña es mucho más vulnerable al juego del Monopoly de los mercados financieros. En definitiva, una empresa no dura 85 años si se hace cada vez más pequeña.
Los accionistas, los directivos con ganas de trabajar, los trabajadores de IBERIA necesitan un verdadero Plan de Viabilidad que asegure su liderazgo estratégico en el Sector Aéreo en España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario