El último informe de la Organización Internacional del Trabajo alerta sobre el desmedido aumento de la desigualdad en España y del desajuste entre productividad y salarios. "Los salarios pueden crecer tanto como permite la mejora de la productividad", destaca el director de la OIT en España
Los asalariados españoles producen más y cobran menos desde 2009. Es una de las conclusiones del Informe Global sobre salarios 2014-2015 que este viernes ha presentado la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su oficina en España. Según el informe, la productividad ha crecido alrededor de ocho puntos desde el 2009, mientras que los salarios han disminuido más de 6,5 puntos. Es una brecha entre productividad y salarios que no se corresponde con la evolución en el global de países desarrollados (Zona Euro y Estados Unidos), donde esta brecha no es tan acusada. Este informe llega, después de otros datos dramáticos de varios organismos, mientras sindicatos y patronal discuten el nuevo acuerdo sobre la negociación colectiva, en el que los sindicatos piden un aumento salarial mientras los empresarios quieren mantener la moderación, con un crecimiento del 0,6%, según las últimas declaraciones de sus representantes.
Mientras los salarios a nivel global han reducido su velocidad de crecimiento, situándose en un 2% en 2013, en países como España, Grecia, Irlanda, Italia, Japón y Reino Unido el sueldo medio real en 2013 es inferior al de 2007, año anterior al comienzo de la crisis económica. "Esta tendencia significa que los trabajadores y sus hogares están obteniendo una parte más pequeña del crecimiento económico, mientras que los propietarios del capital reciben mayores beneficios", dice el informe.
En concreto, ha advertido Rosalía Vázquez-Álvarez, econometrista experta en Salarios de la oficina de la OIT en Ginebra y autora del informe, los salarios en España han caído durante cuatro años consecutivos, desde 2010 hasta 2013, siendo la más acusada la de 2012, cuando los sueldos disminuyeron un 3%. En 2013, los asalariados españoles vieron reducido su retribución un 1,5%, mientras que en el global de países desarrollados (sin contar China) se han mantenido estancados. Pese al aumento del Producto Interior Bruto (PIB) en los últimos años, la productividad ha crecido mucho más que los salarios, advierte Vázquez, que habla de "niveles muy negativos" sin "recuperar los niveles anteriores a la crisis".
La diferencia, a nivel mundial, entre el crecimiento de los salarios [que han sufrido varios años de estancamiento] y el de la productividad desde 1999, explica el informe, es de diez puntos.
Cae el poder adquisitivo
En resumen, el poder adquisitivo de las familias se está reduciendo mientras los trabajadores están siendo más eficientes. El documento es tremendamente desolador, ya que sitúa a España como el país, junto a Estados Unidos, donde más han aumentado las desigualdades entre las familias con el nivel de ingresos salariales más bajos y las que lo tienen más alto.
El poder adquisitivo de las familias españolas ha bajado un 17% desde 2006 hasta 2013 debido, fundamentalmente, a la caída de los salarios y al desempleo. Pero el dato más contundente es que las familias con menores ingresos han visto reducido su poder de compra un 43% desde que comenzó la crisis, mientras que las familias con rentas más altas apenas han notado sus efectos, ya que su poder adquisitivo ha caído alrededor de un 3%. Según Vázquez, estos datos ponen sobre la mesa la importancia del salario para las familias españolas, que representa entre el 70 y el 80% de los ingresos de una familia. La causa de esta desigualdad está, especifica, en el alto desempleo, pero también en la reducción de la calidad del mercado laboral desde 2012, año que coincide con la reforma laboral del PP.
"Algunos de los países más afectados por la crisis han visto una reducción de la desigualdad, resultado del efecto de aplanamiento", derivado de la crisis, asegura el informe, que pone como ejemplos a Portugal o Rumanía.
Para Joaquín Nieto, director de la OIT en España, es evidente que los salarios tienen que aumentar si se quieren subsanar las desigualdades e impulsar la recuperación económica. "Hay margen para ello", ha dicho, aunque ha dejado el porcentaje en manos de los agentes sociales. "La pregunta no es si los salarios deben mejorar, sino cuánto se puede permitir la economía española mejorarlos", ha afirmado. Algo que se responde con una simple regla: "tanto como mejore la productividad".
Entre las recomendaciones de la OIT están una redistribución fiscal progresiva, más favorable, y más medidas de protección social. Pero no son suficientes si no se adoptan políticas respecto al salario mínimo, al fortalecimiento de la negociación colectiva y a la no discriminación de los grupos vulnerables.
Brecha salarial: las mujeres deberían cobrar más que los hombres
Otro de los datos más llamativos de este informe es relativo a la brecha salarial entre hombres y mujeres. En España, la diferencia media entre los que cobra una mujer y un hombre en el mismo puesto se sitúa en el 17%, frente al 4% de Suecia o al 36% de Estados Unidos. Sin embargo, ha desarrollado Vázquez, una vez eliminados los factores objetivos que pueden explicar esta brecha (antigüedad, experiencia, formación, horas trabajadas, tipos de contratos...), resulta que, en España, el diferencial sigue siendo similar.
Esto quiere decir que existe una "subestimación" de los salarios para mujeres en relación a hombres igualmente capacitados. "Teniendo estos datos en cuenta, la brecha salarial tendría que ser a la inversa, que las mujeres cobraran más que los hombres", ha explicado Vázquez. Esta subestimación es marcadamente superior en los países nórdicos, donde la brecha salarial es mucho más reducida, un dato paradójico y preocupante. Entre el colectivo de inmigrantes, la diferencia salarial con los trabajadores nacionales es del 30%.
http://www.publico.es/560150/los-espanoles-producen-un-8-mas-y-cobran-un-6-menos-desde-el-inicio-de-la-crisis
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