Aena, a pesar de crecer en beneficios, ha visto mermada su valoración en un 80%, por sus actuales colocadores.
Coincidiendo con el 4º aniversario del comienzo de la privatización de Aena, por el anterior responsable de Fomento, sr. Blanco, el sindicato CGT-Aena, ha registrado hoy a la ministra Pastor una carta en la que le solicita la anulación definitiva del proceso de privatización de la red pública de aeropuertos de interés general. Junto a la misma, y tras la segregación del antiguo Ente en dos sociedades separadas, Aena y Enaire, le ha adjuntado el BOE original que puso en marcha su constitución efectiva en 1991, proyecto roto por este Gobierno.
En la misma, CGT-Aena le muestra su profunda preocupación por la prevista privatización de Aena en febrero, que se ve aumentada por la serie de hechos que salpican al partido político en el poder, arrastrado por una interminable lista de casos de corrupción y de saqueo de lo público para el provecho personal. Desde su tasación en 2007, la red de aeropuertos, a pesar de crecer en beneficios este año en torno al 59%, ha visto mermada su valoración por sus actuales colocadores en el 80%, situándose alrededor de unos ridículos 6.000 millones de euros. La única conclusión posible es que la venta de Aena es un fraude y un expolio a la sociedad.
CGT-Aena, le recuerda en su misiva el despido reciente de 1200 trabajadores fijos mediante un Expediente de Regulación de Empleo en Aena; el golpe asestado a cientos de trabajadores temporales a los que se les extinguió su puesto de trabajo mediante un acuerdo secreto al tiempo que se han hecho caducar las bolsas de temporales que llevaban hasta ocho años trabajando; la persistente externalización de servicios, como el reciente caso de los aparcamientos aeroportuarios; la aplicación de una política de tierra quemada con los trabajadores de las subcontratas, ejecutando un plan ideado en la reducción de empleo y de salarios y la eliminación de condiciones de trabajo.
Estas políticas no sólo planean la destrucción de lo público. Las políticas que está implantando conducen a la transferencia de las rentas del trabajo a las rentas del capital. Pues mientras la clase trabajadora sufrimos en el sector aéreo una precarización absoluta, la ministra está allanando el camino para que esos sobrebeneficios construidos sobre la explotación de los trabajadores del sector vayan a parar a manos privadas. De ahí las informaciones proporcionadas en el Congreso por el Secretario de Estado sobre el reparto de los beneficios: una mitad para pagar la deuda y la otra para pagar dividendos. Y para los trabajadores, despidos, pérdida de condiciones de trabajo y bajadas de salario.
Es por ello que CGT-Aena le exige la normalización de las condiciones laborales dentro de una empresa en crecimiento consolidado. Sigue sin haber reposición de las bajas vegetativas, dejando las plantillas en estado de peligrosa emergencia. No hay contratación, no se han repuesto las condiciones anteriores ante el aumento de cómputo de jornada, no se cubren los descubiertos en los puestos de trabajo. Los trabajadores de Enaire y Aena llevamos años con pérdidas salariales al tiempo de que quienes nos dirigen pretenden elevar sus remuneraciones a escandalosos niveles millonarios. Ya no tiene excusa para que la reiterada pérdida de las condiciones laborales siga engordando el futuro beneficio de fondos de inversión privados.
En consonancia con su posición en defensa del servicio público aéreo y en contra de la privatización de los aeropuertos públicos, seguros, social y económicamente sostenibles, por ser un sector estratégico para el desarrollo del territorio y de sus ciudadanos, CGT-Aena le solicita que anule los planes de privatización que existen sobre la red pública aeroportuaria al considerarla un fraude y un expolio social, y le transmite que el gobierno del que forma parte no puede tomar en solitario, y en contra del resto de partidos y de los actores implicados, una medida de semejante calado social y económico, pues ha perdido la confianza y la legitimidad de la ciudadanía de este país..
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