Un informe sobre la pobreza revela que, si las medidas de austeridad continúan, 20 millones de personas en el Estado español serán pobres en 2025
“En mi barrio, cuando sacamos la basura, apartamos la comida y, lo que es posible aprovechar, lo ponemos en un tupper o en una bolsa limpia y lo dejamos encima del contenedor. No lo hago yo sola. Mucha gente hace lo mismo. La búsqueda de comida se ha convertido en algo casi normal. Los que buscan suelen ser marroquíes pero también hay españoles. Las mujeres van con un carro de la compra, los hombres en bicicleta, y todos llevan un palo con el que escarbar en la basura. Es frecuente ver bolsas de pan colgadas en las bisagras de la tapa del contenedor, también huesos de jamón. La comida se pone fuera del contenedor en una bolsa visible”, dice Pepa Villena, vecina de Almería.
Comer de la basura
En las ciudades, pero también en los pueblos, se ha convertido en una imagen frecuente ver la tapa de los contenedores de basura abierta y en ellos alguien que rompe las bolsas y busca comida o algún objeto ‘de valor’ para poder venderlo y sacar algunos euros que le permitan seguir tirando. La crisis que azota al Estado español y el paro han llevado a muchas personas a situaciones extremas.
“Si no se cambia este ritmo de generación de pobreza, para el año 2025 tendremos en España 20 millones de pobres, lo que equivaldría a un 42% de la población”, afirma a DIAGONAL Teresa Cavero, coautora del informe sobre el estado de la pobreza que acaba de ser presentado por la ONG Intermón Oxfam bajo el título de La trampa de la austeridad. El estudio cuenta con el aval de Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía y exresponsable del Banco Mundial, que ha realizado la introducción del informe, en la que afirma: “La austeridad sólo ha conseguido paralizar el crecimiento de Europa (...), contribuye al aumento de las desigualdades y el sufrimiento de las personas en situación de desempleo y pobreza durante muchos años”.
El documento, que hace un repaso sobre el aumento de la pobreza en Europa, se centra también en el caso de Grecia y el Estado español. Analiza cómo las políticas de austeridad lanzadas por la troika (Comisión Europea, Banco Mundial y Banco Central Europeo), lejos de resolver la situación económica, están generando mayor pobreza y desigualdades económicas entre la población.
“En 2008, al inicio de la crisis, en España había más de 10.600.000 personas viviendo en la pobreza, el 23% de la población. Y al cierre del año 2012, que es el último año del que tenemos datos, ya había en España más de 12 millones de personas (12.700.000) viviendo en la pobreza, el 27% de la población. Es decir, en un periodo de cuatro años se produce un aumento medio de algo más de medio millón de personas (525.000) por año que caen la pobreza”, afirma Cavero. El estudio está basado en datos oficiales y toma como referencia el concepto de pobreza del Instituto Nacional de Estadística (INE), el mismo que usa Eurostat (la oficina de estadística de la UE), es la llamada Tasa Arope, un indicador de pobreza según varios parámetros económicos de las familias. Este análisis está en la línea de la Encuesta de Condiciones de Vida 2012, informe del INE en el que se concluye que el 21,1% de la población en España está por debajo del umbral de la pobreza.
Sin embargo, para Fernando Álvarez-Uría, catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, el problema no es tanto la pobreza como la crisis del trabajo. “Es necesario garantizar un trabajo digno para todos los trabajadores, bien remunerado, y fijar también un salario mínimo. Es preciso repartir el trabajo y redistribuir la riqueza. El tema es que el neoliberalismo ha dejado en manos privadas el trabajo, y también las consecuencias, como la pobreza, y se gestionan de forma privada”, abunda Álvarez-Uría. “Lo que Keynes planteó después de la II Guerra Mundial, políticas económicas planificadas desde el Estado, el neoliberalismo lo ha roto. En este sentido, los eurobonos, que Merkel se niega a aceptar, serían un impulso, equivaldría a reconocer la crisis del sur de Europa de forma solidaria en la UE. La economía del euro no la controlan los Estados. Por ello, es preciso avanzar hacia una Europa federal que preserve las conquistas del Estado social”, concluye este sociólogo.
El paro en aumento
A pesar de las promesas del partido en el Gobierno, los recortes y las medidas para “reactivar” la economía no cambian la tendencia del paro. Todo lo contrario. Las cifras de paro no han mejorado. En agosto el número de parados fue de 31 personas menos que el mes anterior. En julio, el porcentaje de parados representaba el 26,1% y superaba los seis millones personas sin empleo. Por comunidades autónomas, Andalucía con un 36,87% y Extremadura con un 35,56% son las más afectadas.
“Las únicas personas que se están beneficiando –según Cavero– de las medidas de austeridad son el 10% de los europeos más ricos. En el Estado español, “antes de la crisis, el 20% de españoles más ricos ganaban 5,3 veces más que el 20% más pobre. En 2011, esta cifra había aumentado a 7,5 veces. Si la tendencia continúa, para 2025 el 20% de españoles más ricos podrían ganar 18 veces más que el 20% más pobre”, apunta Cavero.
Por otra parte, la pobreza ha desencadenado medidas hasta ahora impensables, como la normativa que entró en vigor el 2 de septiembre en Grecia, que permite la venta de alimentos caducados a bajo coste. Grecia se encuentra en su sexto año consecutivo de recesión y, según un informe del Instituto del Trabajo, en 2014 los griegos habrán perdido la mitad de su poder adquisitivo respecto a niveles anteriores a la crisis. El informe La trampa de la austeridad también dedica un capítulo a Grecia. “El camino de Grecia y España es parecido. Lo que vamos viendo, aunque son contextos distintos, es que la evolución de la pobreza y la desigualdad, de no resolver los objetivos de la austeridad (deuda y déficit), es que España va por el mismo camino que Grecia”, afirma la coautora del estudio.
Sobrevivir gracias al cartón
Para Mohamed, de 55 años, inmigrante marroquí que reside en Madrid desde hace años (con dos hijos que mantener), la tarea de reciclar cartones le permite subsistir: “Rebusco en los contenedores a partir de las seis de la tarde y luego recojo de la calles los cartones que dejan las tiendas. Saco unos 10 euros. No hay trabajo y tenemos que comer”, dice mientras extrae un puñado de revistas de moda de un contenedor de papel situado en el centro de la capital. Habla y mira a un lado y otro por si vienen los municipales: “La policía me dice que está prohibido coger cartones”, y empuja un carrito de la compra del que cuelgan bolsas con otros objetos que seguramente irán a la reventa en un puesto improvisado en la calle.
Otras personas repiten la misma operación con sus coches. Un hombre recorre la calle Antonio López, en el distrito de Carabanchel, un barrio de Madrid próximo al río Manzanares. La calle cuenta con pequeños comercios, aunque muchos han acusado la crisis y han cerrado. Los que quedan, al caer la tarde, sacan a la calle múltiples embalajes de cartón. Ahí Fernando G., que pide no ser identificado, va juntando cajas vacías. “Trabajaba en una empresa pequeña que quebró, yo era administrativo, y hace tres años me despidieron. No cobro nada, se me ha acabado ya el paro y las ayudas. En una noche puedo llegar a sacar unos 12 euros”, afirma. Por los cristales de su Seat se ven apilados los cartones que venderá por la mañana a un chatarrero del barrio.
http://www.diagonalperiodico.net/global/19997-la-austeridad-ha-puesto-espana-mismo-camino-grecia.html
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