Mientras las calles de toda España se revuelven de indignación y los ciudadanos salen a concentrarse en manifestaciones de protesta, la “fiesta” monárquica por el nuevo rey Felipe VI ya ha impreso sus entradas para un espectáculo que contará con invitados inesperados: los tres partidos nacionalistas catalanes, vascos y canarios que han sostenido al bipartidismo durante 35 años (CiU, PNV, Coalición Canaria) y las dos pequeñas formaciones nacionalistas españolas con reciente representación (UPyD, Ciutadans). Todas ellas expresaron hoy una curiosa coincidencia en sus comunicados públicos con los dos principales sindicatos del régimen (CC.OO y UGT) y los cuatro principales banqueros (Santander, BBVA, Caixa y Sabadell): manifestaron su apoyo a que una ley orgánica aprobada en las Cortes designe nuevo rey a Felipe de Borbón sin que haya un referendum popular que previamente lo valide. Con esta decisión, la alianza PP-PSOE logrará superar ampliamente los 176 votos necesarios y hará oídos sordos al reciente varapalo electoral del 25-M, donde ambas perdieron 10 millones de votos. Los miembros de la “casta” pretenden hacer todo además muy deprisa: quieren que la nueva ley de sucesión sea aprobada el próximo 18 de junio para cumplir los deseos del monarca, el sucesor y Mariano Rajoy, que anunció que “en un plazo muy breve las Cortes españolas procederán a la proclamación como rey de España del que hoy es príncipe de Asturias”.
CiU, PNV y Coalición Canaria se han mostrado a favor de Felipe VI y se limitan a solicitar una reforma constitucional “a posteriori” que lo valide. La misma petición que hacen las dos centrales sindicales de la “casta”, CC.OO y UGT, junto a los cuatro grandes banqueros. ¿Coincidencia? Las palabras utilizadas y la semántica de los comunicados denotan algo más que una casualidad.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas (CiU) ha valorado la abdicación del rey expresando su “agradecimento” a su labor. Artur Mas ha deseado a Felipe de Borbón “suerte, acierto y éxitos” en su labor al frente de la monarquía, dando por sentado que ésta continuará sin refrendo popular. Es la misma actitud que ha manifestado el PNV, que ha coronado incluso a Felipe VI antes de tiempo: “Pedimos valentía y determinación al nuevo monarca para que afronte con realismo los verdaderos problemas que viven el Estado español y su ciudadanía”. En Coalición Canaria (CC), su secretario general, José Miguel Barragán, ha señalado que “la abdicación del rey Juan Carlos I y su próxima sucesión por parte del que hoy es príncipe de Asturias es una oportunidad para afrontar, sin más dilación, la reforma de la Constitución y la construcción de un nuevo pacto político, social y económico en España”.
El veterano sindicalista Cándido Méndez (UGT) ha confirmado que su sindicato apoyará a Felipe de Borbón tanto como a su padre: “Más allá de lo que haya podido ocurrir en los últimos años, su contribución a la consolidación de la democracia en nuestro país es algo totalmente positivo”. Méndez ha concluido que “la abdicación del rey Juan Carlos, en la figura del príncipe Felipe, debería ser considerada como una oportunidad para abordar una reforma de la Constitución en materia de reparto territorial y de participación directa de los ciudadanos”.
La comisión ejecutiva de CC.OO, comandada por Fernández Toxo, se ha sumado a la fiesta monárquica que celebrará la “casta” al margen de los ciudadanos. El sindicato que formaba parte del consejo de administración de Bankia ha expresado “el reconocimiento de la figura del rey Juan Carlos en la consolidación del sistema democrático” y lo más lejos que ha llegado ha sido a solicitar que tras la coronación de Felipe VI se produzca “una reforma profunda de la Constitución y del modelo de Estado que debe ser sometida a la opinión de las y los ciudadanos”.
En esta misma línea se han expresado los principales banqueros del país: el presidente de Banco Santander, Emilio Botín, mostró su “más profundo respeto y gratitud” a Juan Carlos porque, en consonancia con los resultados económicos de su grupo, “ha supuesto el período de paz y prosperidad más largo de nuestra historia”. Botín también quiere a Felipe VI sin pasar por las urnas: “nuestra lealtad y apoyo al príncipe de Asturias, a nuestro futuro rey Felipe, cuya capacidad y dedicación a España conocemos y admiramos”.
El presidente de BBVA, Francisco González, ha agradecido a Juan Carlos “su dedicación y su entrega a España” y ha considerado que la continuidad de dicha contribución “está asegurada con el príncipe de Asturias”. El presidente del Grupo La Caixa, Isidre Fainé, ha resaltado el papel “clave” de Juan Carlos para el “éxito del proceso de transición democrática” y ha deseado al príncipe Felipe “un reinado sólido y próspero”. El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, también considera que la dimisión de Juan Carlos abre “para todos los españoles un nuevo horizonte y una nueva etapa en la jefatura del Estado en la persona de su heredero, el príncipe Felipe“.
Entre los partidos pequeños que aspiraban a ser alternativa al PP, la coincidencia con la formación de Mariano Rajoy ha sido tal que se puede hablar ya abiertamente de “satélites” o alianza subterránea. La más previsible ha sido Rosa Díez (UPyD), quien ha subrayado la “colaboración plena” de su formación para que se produzca “un tránsito” con arreglo “a las normas” entre “la monarquía de Juan Carlos y la que ha de encabezar Felipe de Borbón”. Además, ha pedido al “nuevo rey” que trabaje en la “profundización de la democracia y el reforzamiento de las instituciones” y ha mostrado su agradecimiento a Juan Carlos por su papel de “acompañamiento e impulso en la consolidación de la democracia”.
La diputada de Ciutadans en el Parlament, Inés Arrimadas, ha ido incluso más allá y ha reconocido la figura del monarca como “un personaje clave de la Transición democrática española que ha garantizado la mayor etapa de paz, progreso económico y social, democracia y derechos y libertades del país”. Arrimadas ha afirmado que “el príncipe Felipe está capacitado para asumir esta gran responsabilidad”. Societat Civil Catalana ha expresado además su “respaldo al príncipe Felipe, que se convertirá en Felipe VI de acuerdo con las previsiones constitucionales, para que siga fortaleciendo los lazos de unión de todos los españoles y proyectando una imagen exterior de España como país democrático y avanzado”. Por último Vox quiso manifestar su “agradecimiento a Don Juan Carlos I por sus largos años de servicio a España” con un alegato: “La monarquía es una institución que ha estado ligada a la Historia de España desde hace siglos. La figura del rey ha sido a la vez símbolo y garantía de la unidad de España. En Vox tenemos plena confianza en que el príncipe de Asturias, ya como Felipe VI, sabrá asumir esa doble responsabilidad con éxito”.
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