Iberia soporta una masa salarial de unos 1.000 millones de euros al año y un coste de empresa por sus 19.400 empleados que sube en 350 millones más, hasta 1.350 millones si se incluyen conceptos como el de la formación, cotizaciones a la Seguridad Social y prestaciones sociales, entre otros. La cifra arroja una media de 69.000 euros por cada uno de los trabajadores.
En base a este cálculo, que manejan dirección y sindicatos, el ahorro anual por las 3.141 prejubilaciones que ha marcado la mediación de Gregorio Tudela rondará un mínimo de 216 millones de euros por ejercicio. Pero este debería ser incluso superior a la vista de que los empleados que se marchen de la empresa estarán, por regla general, en las escalas altas salariales de cada uno de sus colectivos.
A la suma hay que añadir el adelgazamiento de costes derivado del tijeretazo directo a las nóminas: un 14% en el caso de pilotos y TCP, y un 7% para el personal de tierra.
Tal y como informó CincoDías, Iberia dedica unos 500 millones anuales a pagar a la plantilla de tierra, reparte 300 millones entre las nóminas de sus pilotos y 200 millones van a parar a los TCP. La reducción total de sueldos será de 108 millones por ejercicio (incluido el recorte a los directivos), a lo que aún hay que sumar el impacto de la congelación de retribuciones, antigüedad y ascensos, valorado todo ello en 33 millones más por año.
El ajuste diseñado por el catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidad Autónoma de Madrid, y firmado el miércoles por dirección y sindicatos, es de casi 360 millones al año (27% del coste de empresa por su plantilla). El plan de Gregorio Tudela marca tres ejercicios de vigencia en los que Iberia se habrá quitado de encima costes por casi 1.100 millones, lo que devuelve a la aerolínea a terrenos de rentabilidad.
Pero tanto el mediador como la dirección, y en buena parte los representantes de los trabajadores, reconocen que no es suficiente y buscarán incrementos de la productividad en un nuevo ciclo de negociaciones.
Este ha sido fijado en 30 días por Tudela, con la creación de tres mesas diferenciadas: pilotos, TCPs y personal de tierra.
Las fuentes consultadas apuntan que la apertura de esa nueva fase se producirá la próxima semana. Si no hubiera acuerdo, la aerolínea sumará cuatro puntos porcentuales más a la reducción de salarios.
Entre tanto, los sindicatos que han formado mayoría en torno al ajuste blando, basado en prejubilaciones –atendiendo al ERE vigente en la empresa (72/01)–, se felicitaban el jueves por haber evitado 3.807 despidos a 20 días por año de servicio.
Los seis colectivos que representan al 81% de la plantilla y han aceptado el plan de salidas,CC OO, UGT, USO, CTA Vuelo, Sitcpla y Asetma, reafirmaron su unidad ante la nueva batalla que se avecina. Enfrente están principalmente el Sepla de los pilotos y el sindicato Stavla, mayoritario (31,8% de representación) entre de los tripulantes de cabina de pasajeros (TCP), quienes no estamparon su firma en el pacto.
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