PAPA DE VERANO

Bajo la inclemente canícula de agosto, un millón de jóvenes papanatas
se concentrarán en Madrid para ver, de lejos y en directo,
a su ídolo, azote de herejes, idólatras y paganos, Su Santidad Benedicto XVI.
Lo de menos es el contenido del espectáculo, previsible
y monótono. Ratzinger Z, el viejo inquisidor que calza las sandalias
del pescador, diseñadas por Prada, que también viste y calza
al demonio, no estrenará nuevas salmodias, sermones o parábolas
y no hará más milagros que el de convocar a una audiencia millonaria
bajo el sol que más calienta sin que se dispare el número de
las insolaciones o de las intoxicaciones alimentarias. Habrá panes
y peces para todos, bocadillos de jamón para los peregrinos de primera
clase, 210 euros por el alojamiento a pensión completa, y de caballa para los de tercera,

122 con la cama incluida. Las calles y las plazas de Madrid, satanizadas
por los asamblearios del 15-M, se purificarán con las plegarias y los
cánticos de los peregrinos. Dejad que los jóvenes se acerquen a mí
después de haber pasado por taquilla.
Para los paganos quedará el purgatorio canicular; conductores jubilados del Metro,

bedeles y conserjes de instituto, sanitarios del SAMUR y policías perderán
sus vacaciones de agosto sin que les garanticen ganar a cambio el cielo.
Entre los que se lo están ganando a pulso y a golpe de talón se
encuentran los empresarios del IBEX que tras, reunirse con el cardenal
(hematoma) Rouco Varela, han creado una piadosa fundación

con el fin de recaudar fondos para una visita pastoral generosamente financiada

también por el gobierno de un estado aconfesional que se confiesa todos los días

con los representantes de la Iglesia para hacerse perdonar su presunto laicismo.

Lástima que los muñidores del Gürtel que orquestaron la visita papal

a la Valencia de Camps y del Bigotes estén fuera de circulación,

adie como ellos para convertir las piedras en pan.

Moncho Alpuente

(publicado en "CNT" nº380.Julio-2011)