Iberia y sus sindicatos trabajan a marchas forzadas para presentar esta semana en el escaparate de Fitur un acuerdo que ponga fin a año y medio de conflicto. Las huelgas, despidos, manifestaciones y un clima de hostilidad laboral que han puesto en peligro la compañía y su 'hub' en el aeropuerto de Barajas.
Fuentes presentes en las negociaciones han confirmado que entre hoy y mañana la dirección de la aerolínea y los representantes de los trabajadores tratarán de dar un último impulso a las conversaciones de cara a presentarse en la Feria Internacional del Turismo con una carta de intenciones firmada por todas las partes implicadas: compañía, pilotos, tripulantes de vuelo y trabajadores de tierra.
De hecho, tanto a los directivos de la aerolínea que negocian el acuerdo como a los representantes de los trabajadores se les ha pedido que estén presentes desde hoy en Madrid por la posibilidad de un avance definitivo que dé lugar a un anuncio. El Gobierno tiene intención de subrayar su apoyo al sector turístico a lo largo de esta semana con la comparecencia de Mariano Rajoy mañana en el Foro de Liderazgo Turístico Exceltur y la presencia de varios ministros en la inauguración de Fitur el jueves.
La compañía declinó ayer hacer comentarios de forma oficial, pero fuentes próximas al Ministerio de Fomento también reconocieron que esperan un acuerdo próximo. Al mismo tiempo valoraron la capacidad del presidente de Iberia, Luis Gallego, y los trabajadores para entablar un diálogo que el anterior consejero delegado, Rafael Sánchez Lozano, evitó. «No conocía ni la compañía ni el negocio», señalaron estas fuentes.
Tras el lanzamiento de Iberia Express en 2012, el fracaso de las negociaciones y la imposibilidad de fijar un nuevo convenio en marzo de 2013, Iberia ha recortado un 28% su actividad a lo largo del último año, suprimiendo rutas y frecuencias a destinos latinoamericanos como La Habana, Montevideo o Puerto Rico. Al estar limitada la actividad de corto y medio radio por un laudo arbitral dictado en 2012, su filial de bajo coste Iberia Express no ha podido compensar el recorte. Como resultado, el grupo ha perdido en 2013 más de 3,3 millones de pasajeros, fundamentalmente en su 'hub', Barajas.
Fecha límite: 31 de marzo
Tanto Gallego, como los representantes sindicales se habían fijado el pasado 31 de diciembre como fecha límite para alcanzar un acuerdo. Pero el plazo venció sin resultados. La siguiente fecha límite sería el 31 de marzo, cuando la aerolínea fije definitivamente su programación de verano. Sin acuerdo, la aerolínea y sus trabajadores estarían condenados un año más a operar en mínimos, cediendo mercado a los competidores a pesar de contar con mejores expectativas de negocio y una nueva imagen desde el pasado 22 de noviembre.
En lo que se refiere a los pilotos agrupados en Sepla, las negociaciones ya han establecido nuevos ratios de productividad que elevarán sus límites de horas anuales de vuelo a niveles similares a los de Vueling, propiedad de los mismos dueños de Iberia, que en 2013 superó en casi cinco millones de pasajeros a la antigua aerolínea de bandera.
Aunque la falta de acuerdo permitía a la dirección de Iberia indemnizar con 20 días a los pilotos que despidiera desde el 1 de enero, la compañía también ha accedido a que los pilotos queden sujetos a las mismas condiciones que quienes se acojan al ERE en marcha, que afecta a 3.141 personas desde el año pasado. Además, las nuevas incorporaciones de pilotos se realizarían con una escala salarial similar a Ryanair o Norwegian, según Sepla. Quedan por cerrar las condiciones en las que los pilotos de Iberia podrán pilotar Iberia Express, uno de los puntos más complejos del acuerdo
Cualquier compromiso con la empresa debe ser ratificado por los pilotos en asamblea con una convocatoria previa de quince días, con lo que una firma definitiva se retrasaría ya hasta febrero. Fuentes conocedoras del proceso señalaron que los pilotos están deseosos de firmar el acuerdo. El ajuste de la compañía ha supuesto que exista una media de 18 pilotos por cada uno de los 70 aviones de Iberia, que además vuela un 30% menos que el año pasado.
En el lado de los tripulantes de cabina tampoco se esperan grandes problemas . La intención de Gallego es que todos los trabajadores y la compañía firmen al mismo tiempo el convenio. El mayor problema puede ser sin embargo el de la plantilla de tierra, compuesta por las divisiones de Handling y Mantenimiento. En el caso de la primera, la compañía ha exigido un gran esfuerzo a los sindicatos para presentarse a los concursos de servicios en tierra que lanzará Aena este año y que supondrán recortes de precios a los proveedores en favor de las aerolíneas.
http://www.elmundo.es/economia/2014/01/20/52dc345fca474180278b4573.html
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