El fraude en los cursos de la patronal madrileña supera los 15 millones
La supuesta estafa en las subvenciones destinadas a cursos
de formación de la patronal madrileña ha adquirido ya una dimensión mucho
mayor que otros fraudes en estas partidas que sí han saltado a las portadas de
los periódicos. Las investigaciones que está llevando a cabo la policía señalan
por ahora un agujero de unos 15 millones de euros en las arcas públicas. La
cifra duplica la que ya se está investigando en el
caso de los cursos de formación del sindicato UGT en Andalucía, y también es
muy superior a los 595.000 euros del caso del empresario Pallerols, por citar
dos asuntos recientes.
No son los únicos. Los continuos escándalos en la formación de los últimos 20
años han dejado constancia de que, pese a las sucesivas reformas
administrativas, esas partidas son un grifo con el que muchas organizaciones se
han financiado.
El caso de los cursos de formación de la patronal madrileña es una supuesta
estafa organizada por José Luis
Aneri. Este empresario cordobés, llegado a Madrid en 2007, se hizo en pocos
años con la gestión de las subvenciones que recibían varias organizaciones
empresariales. Él figuraba ante las Administraciones como la persona de contacto
para pedir y tramitar las ayudas y se encargaba de dar los cursos a través de
una red de empresas encabezadas por Sinergia Empresarial.
El empresario cordobés José Luis Aneri |
Aneri se dedicaba sobre todo a los cursos no presenciales, que se realizaban
a través de una plataforma digital. En realidad no había cursos; y tampoco los
alumnos eran reales. Eran los trabajadores de Sinergia los que, con el mandato
de Aneri, diseñaban las actividades con lo que encontraban en internet o
copiando libros. En cuanto a los alumnos, salían de listados que Aneri
conseguía. Luego multiplicaba sus identidades en todos los planes de formación
que podía. Cuantos más alumnos, más dinero.
Ese era el método de Aneri. Y funcionó durante unos años, hasta que el
empresario se metió en una espiral de drogas, prostitución y gastos
desmesurados. Quienes les conocen hacen coincidir su caída con su divorcio, a
principios de 2013. A partir de ahí, empezó a descuidar su trabajo. En verano,
su despacho ya estaba lleno de notificaciones de los técnicos de la Comunidad de
Madrid, en las que se le avisaba de que había mucho dinero que no estaba
justificado. Pero Aneri no daba señales de vida.
Los técnicos centraron entonces sus comprobaciones en las organizaciones
empresariales que habían recibido las subvenciones. Una treintena dijeron no
tener ni idea de que Aneri había dejado de justificar las ayudas. La Comunidad
de Madrid, que nunca ha denunciado el caso ante la fiscalía o la policía, les
reclama 4,4 millones de euros de expedientes de 2010 y 2011. El único cargo
regional que acudió a testificar a la policía el pasado 11 de febrero, el
subdirector general de formación continua, fue
destituido de forma fulminante tres días después.
A la presunta estafa regional hay que añadir 11 millones de ayudas concedidas
por el Ministerio de Empleo a otras organizaciones representadas por Aneri. La
mayor de ellas es Ucotrans, la federación de cooperativas del transporte, que
agrupa a más de 350 socios y 25.000 transportistas, según informa su web. Aneri
consiguió para ellos millones de euros que luego no justificó. Lo hizo con el ya
sabido truco de multiplicar alumnos hasta el infinito. En ocasiones acudió a
listados que ya tenía o que le dieron otras asociaciones. Por ejemplo, en
algunos de esos expedientes figuran decenas de vendedores ambulantes de varias
cooperativas que no tienen nada que ver con Ucotrans, pero que Aneri anotó como
alumnos de cursos de Excel, Word o prevención de riesgos laborales.
Para que todo este sistema se sostuviera, era necesaria la cooperación de
terceras personas. Fuentes del sector empresarial reconocen que Aneri daba
mordidas de hasta un 20% a los gerentes de algunas de las asociaciones. Eso era,
según trabajadores, algo habitual en las relaciones de Aneri con algunos de sus
representados: fajos de billetes, regalos y visitas a reservados con prostitutas
de lujo.
Las organizaciones que se sienten estafadas han llevado el asunto a los
jueces. El Juzgado número 9 practica ya las primeras diligencias. El asunto ha
salpicado a otros empresarios. Alfonso Tezanos, cargo de la patronal madrileña
CEIM, hombre de Arturo Fernández y presidente de la Comisión de Formación de la
Cámara de Comercio, fue quien introdujo a Aneri en Madrid. Desde una de las
organizaciones de Tezanos, la federación de empresarios Fedecam, Aneri empezó en
el mundo de la formación. La investigación del caso apunta a que las
organizaciones de Tezanos también empleaban el mismo método de multiplicar
alumnos en los cursos. Este periódico ha hablado con algunos de los que figuran
en listados de Tezanos y han confirmado que nunca los hicieron.
Tezanos niega tajantemente este punto. También lo hacen las asociaciones que
representaba Aneri. La investigación judicial determinará si llevan razón o si,
efectivamente, los cursos de formación eran una vez más una forma de financiar
sus organizaciones. Mientras tanto, el empresario cordobés enlaza en su Facebook
artículos de prensa en los que él es protagonista. Él ya lo llama “elcaso
Aneri”.
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